Nadal y Alcaraz ponen en pie a Roland Garros en su primer triunfo en dobles en los Juegos de París

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso PARÍS / E. LA VOZ

DEPORTES

JUANJO MARTIN | EFE

Superan a Máximo González y Andrés Molteni por 7-6(4) y 6-4  y refuerzan su candidatura al podio olímpico

28 jul 2024 . Actualizado a las 09:11 h.

Primera ronda de dobles masculino de los Juegos de París 2024, y abarrote en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros, cubierta, cerrada por una lluvia que retrasa todo el programa del tenis. Llenazos que solo se pueden entender como milagros olímpicos. Es el momento en que el gran público descubre lo divertidísimo del formato del tenis por parejas. La bomba cuando a un lado de la red se juntan Carlos Alcaraz, vigente ganador de Roland Garros y Wimbledon con 21 años para cuatro majors, y Rafa Nadal, el señor de los 14 títulos en París para 22 grand slams. Ese es el cartel, aunque enfrente se plantan dos doblistas, curtidos, hábiles en los trucos de esta modalidad, competitivos, los argentinos Máximo González y Andrés Molteni. El pulso solo se decanta después de dos horas, hasta que ganan los españoles por 7-6(4) y 6-4. Dos detalles, así es el tenis, lo deciden todo: unos se marchan a casa y otros crecen para reforzar su papel de aspirantes al podio.

A Carlitos le cuesta un cuarto de hora tomar la medida, en competición de verdad y con presión, a lo que es un dobles de verdad. Pero al rato ya entiende algo mejor qué es lo ideal a nivel estratégico y reparte golpes marca de la casa que ensanchan los límites de la pista: remates de revés —un golpe en desuso—, voleas cortas, estacazos... El partido, aún así, llega al tie-break, al cambio de campo con 3-3, y es ahí cuando un mini break permite a los españoles abrir brecha antes de cerrar el set. Primer instante clave.

Pero hay tregua, y los argentinos entran más vivos al segundo acto. Defienden su servicio, rompen el de los españoles en el segundo y abren brecha con 3-0. Aún así, el partido ya había cambiado. Sin estar la máquina todavía engrasada, que lo estará, Nadalcaraz sabe lo que hace. Los gestos de complicidad —tan fácil, pero tan imprescindible en un dobles, el respeto mutuo, jamás quejarse por un fallo del compañero— están ahí. Así que a estos dos fenómenos los automatismos deberían de terminar acompañándoles.

Retienen su servicio, recuperan el break, igualan a tres y con 4-4 llega otro instante clave. Rafa —que juega en la derecha, como con Marc López, cuando ganó el oro en Río 2016— y Carlos plantean problemas desde el primer golpe, rompen el servicio de los argentinos y vuelan hacia la victoria. Al rato, ya están en segunda ronda. Roland Garros sonríe, España lo celebra y la medalla ya está más cerca.

Segunda ronda

Nadal y Alcaraz esperan ya rival en segunda ronda, en la que jugarán contra el ganador del duelo entre los neerlandeses Tallon Griekspoor y Wesley Koolhof y los húngaros Marton Fuckovics y Fabian Marozsan.