Alcaraz y Nadal pierden en dobles y Roland Garros los despide como a héroes

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso PARÍS / E. LA VOZ

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Cayeron en cuartos de final de la prueba de dobles de los Juegos Olímpicos de París ante Krajocek y Ram por 6-2 y 6-4

01 ago 2024 . Actualizado a las 08:26 h.

El dobles más explosivo se marchó de los Juegos como dos estrellas de rock. Como dos héroes los despidieron los 15.000 espectadores de las gradas. Esto no es un partido de tenis, esto es un espectáculo en el que el griterío y el apoyo se lo llevan dos tenistas legendarios, uno por lo que ya hizo a los 38 años, 22 grand slams, y otro por lo que hará para completar los cuatro que tiene con 21 años. Pero la competición, que en el fondo es lo importante, la ganan los estadounidenses Austin Krajicek y Rajee Ram, cuartos favoritos, especialistas, curtidos, rapidísimos de manos y movimientos. Vencen por 6-2 y 6-4 a Rafa Nadal y Carlos Alcaraz en una pista Philippe Chatrier abarrotada y entregada a los españoles. Y de la despedida del gigante de los 14 títulos de Roland Garros vuelve a surgir una duda: ¿Volverá?

Nadal y Alcaraz no juegan su mejor partido. Uno ya no es el vivísimo doblista que ganó el título olímpico de Río 2016 formando pareja con su amigo Marc López, y al otro, sin experiencia profesional apenas en el juego por parejas, le faltan rodaje, táctica y trucos. Compite Alcaraz, además, apenas unas horas después de ganar su partido de octavos del cuadro individual, y por momentos parece fallón.

El cruce de cuartos de dobles arranca ya con problemas. Nadal cede su servicio y el set se complica. Hasta torcerse definitivamente con 4-2, 30 iguales y servicio de Alcaraz. Cuando comete dos doble faltas seguidas.

El segundo acto resulta casi un calco del anterior. Los norteamericanos saben lo que hacen. Se mueven como mariposas y pican como avispas. En la red son un tormento. No dejan un instante de calma. Y van haciendo su trabajo. Logran un break sobre el servicio de Carlitos y poco después sirven por el partido con 5-4 a su favor. El público quiere más tenis. El ambiente es ensordecedor. Precioso. Insuficiente. «¡Más ruido!», grita alguien en francés. Y aumenta el respaldo a «Nadalcaraz». La remontada está cerca, pero los norteamericanos sofocan el intento de rebelión.

Larga vida a Nadal. El futuro tan bonito por escribir pertenece a Carlitos Alcaraz.