Marchand coge sitio en el Olimpo

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Clodagh Kilcoyne | REUTERS

Ganó en la final de los 200 estilos su cuarto oro e iguala con Riner, que encendió el pebetero en París, como el francés más laureado en la historia de los Juegos

02 ago 2024 . Actualizado a las 22:55 h.

Cuatro oros, cuatro récords olímpicos. Léon Marchand (Toulouse, 2002) es la gran sensación de estos Juegos de París. El comité organizador le encargó a la exatleta Marie-José Perec y al yudoca Teddy Riner que prendieran el pebetero como los deportistas dorados de su historia olímpica. Tres oros portaban cada uno en el momento de encender la llama. Cosas del destino, con Perec retirada desde comienzos de siglo, el calendario había fijado en la misma fecha la final de Riner y la última de las cuatro pruebas individuales que nadaría Léon Marchand.

Cuando ayer, a sus 35 años, Riner salió a combatir ante el surcoreano Kim Minjong, el joven que había desbordado la venta de entradas y la expectación en la Defénse Arena ya tenía, a sus 22, los mismos oros que él. Riner se llevó el cuarto, a falta de 16 segundos, con un harai-goshi. Dos horas después, Marchand le sostuvo el pulso. Volvió a exhibir su poderío en la piscina (1.54,06), por delante del británico Duncan Scott (1.55,31) y del chino Shun Wang (1.56,00), que defendía trono.

Otra vez, como ya hiciera en los 400 estilos y en los 200 mariposa y braza, Léon acompañó su oro con un nuevo récord olímpico. Solo se dejó ganar en el primer cincuenta, el de la mariposa. Wang llegó siete centésimas antes. A partir de ahí, con su primer viraje, un espectáculo, Marchand fue demoledor. Cuando llegó a la otra pared, para tocar en los cien, Wang estaba ya 20 centésimas por detrás. El francés apretó, en la procura del récord del mundo de Ryan Lochte. Lo tuvo entre la yema de los dedos, que elevó marcando cuatro al emerger, y los nudillos. Se le escapó por seis centésimas.

Como Mark Spitz, con sus siete oros en Múnich 72, Michael Phelps, con los ocho de Pekín 2008 y Caeleb Dressel, que se llevó cinco de Tokio, Marchand asomó ya entre los más grandes. Salió de la piscina con el público entregado e hizo sonar la Marsellesa por cuarta vez.

Dressel acabó sexto y cedió a McEvoy el trono de los 50 libre

El australiano Cameron McEvoy, campeón en el último Mundial, ganó la final de los 50 metros libre (21,25), por delante del británico Benjamin Proud (21,30) y del francés Florent Manaudou (21,56). Las marcas de la semifinal ya adivinaban que Caeleb Dressel estaba lejos del nivel que exhibió en Tokio, cuando se impuso con el que sigue siendo el récord olímpico (21,07). Esta vez nadó en 21,61 y solo pudo ser sexto. El estadounidense buscará este sábado la final de los 100 mariposa (20.30, RTVE Play y Max), la otra prueba individual que nadará en París y en la que es el vigente plusmarquista mundial y récord olímpico. En las series, que dominó el húngaro Kristof Milak, Dressel marcó el sexto mejor tiempo.

Kaylee McKeown, récord olímpico en 200 espalda

La canadiense Kilye Masse quiso acabar con la hegemonía de Kaylee McKeown en la espalda nadando a ritmo de récord olímpico en los 100 primeros metros de la final de los 200 espalda, pero la australiana maneja bien la presión. La última ida y vuelta fue un espectáculo de la que se postula como la mejor espaldista del momento. McKeown volvió a tocar primera y sumó su segundo oro con nuevo récord olímpico (2.03,73). Masse se desfondó y fue bronce (2.05,57). La plata se la quedó la estadounidense Regan Smith (2.04,26).

Ledecky se cita con la historia

La estadounidense Katie Ledecky puede convertirse este sábado (21.28, Teledeporte y Max) en la nadadora con más medallas de oro en la historia olímpica, con nueve, si vence en la final de los 800 metros libre. Si lo logra, encadenará cuatro oros consecutivos en la misma prueba, algo que solo logró Phelps en los 200 mariposa.