Carlos Arévalo: «Estamos donde esperábamos, entre los dos primeros luchando con Alemania»

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

Rodrigo Germade avisa de que «nosotros siempre salimos a ganar» tras meter al K4 y K2 500 en las semifinales

06 ago 2024 . Actualizado a las 18:09 h.

Exigente primera jornada de piragüismo esprint en los Juegos de París. Para unos más que para otros. Es el caso del betanceiro Carlos Arévalo y el cangués Rodrigo Germade, que tras participar a primera hora de la mañana en la clasificación directa para las semifinales del K4 500 junto a Saúl Craviotto y Marcus Cooper, se repusieron para, menos de tres horas después, hacer lo propio con un K2 500 hasta hoy inédito, con Arévalo de marca de un Germade que ya sabe lo que es subirse a podios internacionales con otros dos compañeros de barco en el kayak de parejas.

Germade calificó la serie del K4 español de «bastante durilla, porque pasaban dos y éramos tres barcos bastante fuertes. Rendimos muy bien, con buenas sensaciones». Arévalo añadió que «el primer día siempre es el más complicado, porque no sabes cómo están tus rivales y a lo que te enfrentas”, lo que genera «nervios e incertidumbre».

Ahora, tras completar el debut, el de Betanzos no alberga la menor duda: «Estamos donde nos esperábamos, entre los dos primeros luchando con Alemania, que es el K4 favorito, así que hay que ir a comérselos». En esta línea, Germade avisa: «Nosotros siempre salimos a ganar. Nuestro objetivo es ganar, y luego, ya veremos a dónde llegamos». Una declaración de intenciones que vale tanto para el K4 como para el K2.

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Diego Domínguez debutaba este lunes en los Juegos Olímpicos de París. El canoísta madrileño del Breogán do Grove, que entre el 2020 y el 2023 pulió su talento bajo las órdenes de Melo Costa en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva y que goza de la condición de Deportista Galego de Alto Nivel (DGAN), selló el pase directo a las semifinales en su serie del C2 500, solo por detrás del potente barco chino. Lo hizo a dúo con el balear Joan Antonio Moreno, su pareja en el título mundial sub 23 el año pasado. «Es una primera buena toma de contacto en un debut olímpico. No hemos conseguido ganar, pero también tenemos un punto más que dar y lo importante hoy era estar en semifinales, y ahí estamos», declaró Domínguez sobre su estreno.

El madrileño y su compañero balear cerraron la jornada con «bastantes buenas sensaciones y confianza», dice el primero, y con una declaración de intenciones: «Comenzamos esta temporada con este sueño, estar aquí. Estamos aquí, estamos en las semifinales. Este sueño se está cumpliendo, y va a ser más grande de lo que nos pensamos, seguro».