Decenas de personas reciben a Emmanuel Reyes a su llegada a Galicia

DEPORTES

A. Centeno

Al grito de «¡El bronce  ya está aquí!» sus compañeros de gimnasio y familiares dieron la bienvenida al medallista olímpico

14 ago 2024 . Actualizado a las 11:24 h.

«¡El bronce ya está aquí!». Con este grito, entonado por varias decenas de aficionados, familiares y compañeros de club, Emmanuel Reyes Pla aterrizó este miércoles en A Coruña después de haber subido al podio en los Juegos Olímpicos de París. Apenas pasaban unos minutos de las ocho de la mañana y el aeropuerto de Alvedro era un bullicio de gente con ganas de tocar a su héroe y su medalla. «¡Cómo pesa!», no se cansaba de repetir la gente que le pedía la presea para palparla y, en muchos casos, colgársela del cuello. Banderas gallegas y españolas para dar más colorido al aeródromo gallego.

Sonriente y un tanto emocionado, el púgil de origen cubano, pero afincado en A Coruña desde hace siete años, mostró su gratitud por el cariño exhibido por los suyos: «Estoy súper contento, porque esta es mi ciudad y aquí está mi gente. Me siento feliz por todo lo que hemos hecho. No conseguí más, porque los árbitros no fueron justos en la pelea que hice. Pero estoy contento porque no deja de ser una medalla [de bronce] y, en gran parte, es gracias a A Coruña», declaraba nada más pisar suelo gallego.

Todavía casi no había posado los pies en tierra firme y ya pensaba en el próximo objetivo: «Seguimos haciendo historia. Ahora toca descansar unas semanas y empezar a trabajar, porque queremos ganar el oro en Los Ángeles». Una cita, la norteamericana para la que su entrenador, Chano Planas, lo ve para llegar en perfectas condiciones. Además, compaginando el boxeo profesional y el aficionado: «Con 31 años que tiene y sin estar muy castigado, pues creo que es el momento de llevar en paralelo su carrera y que legue con opciones a Los Ángeles», recalca el director del Planasbox.

Para Planas, hermano del que fuera campeón del mundo de kick-boxing, Manolo -actual presidente de la federación gallega de boxeo y también presente en Alvedro-, el sabor de esta medalla es todavía mayor porque recuerda cómo en tres décadas Galicia y, A Coruña en particular, han pasado de ser una mera anécdota a nivel boxístico a disfrutar de éxitos: «Hemos hecho historia con este bronce olímpico, con el primer campeonato femenino profesional, con una velada exclusivamente de mujeres... Vamos dando pasos firmes y estamos volviendo a poner el boxeo en el mapa», justifica.

Mientras, Samuel Reyes, padre del deportista no podía contener la emoción. «Nos vinimos a Galicia hace veinte años y llevamos siete en A Coruña. Yo fui el que metí a Emmanuel a practicar, porque aunque era un chico con cuerpo abusaban de él en el colegio y quise no que pegase, pero sí que se defendiese. Ahora estamos aquí, celebrando todos. Pasé días sin dormir durante los Juegos. Los nervios me comían. No descansé hasta que pasó la semifinal. Y ahora, pues a disfrutarla todos. Porque esta medalla es de A Coruña y de Galicia», explicaba con orgullo.

Un metal que puede llevar a muchos niños a tratar de emular al púgil de origen cubano, algo que le encantaría: «Ojalá dentro de unos años haya 25 Emmanueles en Galicia y lograr una medalla olímpica no sea algo tan extraordinario», aseveró el boxeador entre los abrazos de los numerosos compañeros de club que lo asediaban para hacerse una fotografía con él.

Ahora todo es felicidad. Atrás quedó su huida de Cuba para poder triunfar. Las esquivas de fronteras. La cárcel en Alemania. Ahora, Emmanuel es un deportista coruñés, gallego y español de pleno derecho que ha hecho felices a miles de aficionados al boxeo de este país. Los Ángeles esperan.