Creo que España tiene que aprender de lo que ocurrió el otro día en la primera parte. La segunda parte mostró una selección mucho más reconocible, a la que intentará darle continuidad. Definitivamente, España tiene potencial.
El otro día Rodri no estuvo y se notó. Creo que es el jugador más importante; todos vemos a Lamine Yamal y a Nico Williams, pero él es el metrónomo. Es capaz de organizar el ataque y la defensa y marca los tiempos con balón. Es un jugador que a la selección de Luis de la Fuente le viene que ni pintado.
España tiene que jugar muy centrada, ya que, cuando se enfrentan a la selección, los rivales siempre dan su máximo nivel. Tienen que mantener la misma forma y estrategia para doblegar a su rival y jugar en campo contrario.
España tiene que trabajar mucho en la línea de tres cuartos, dado que es donde pasa la mayor parte del tiempo. Los rivales se meten atrás y ahí es donde hay que marcar diferencias.
Las bajas de Elvedi y Xhaka, piezas importantes de Suiza, exigen más trabajo a la selección; cuando el potencial del equipo es menor, más pendiente va a estar del rival y menos independiente será su desempeño. El objetivo de Suiza será, primero, no encajar, y después, aprovechar transiciones y el balón parado para hacer daño.
También puede condicionar el juego de España el mal estado del césped. En equipos que acarician el buen juego, como es el caso de la selección, contar con un terreno a la altura de las circunstancias es vital.