La triplista cierra ocho años con el cubano como entrenador, un ciclo en el que sumó un palmarés descomunal, con siete medallas en grandes citas
16 sep 2024 . Actualizado a las 10:31 h.Apenas un mes después de finalizar los Juegos de París 2024, quizá el único gran evento internacional en el que rindió por debajo de sus expectativas desde que confió su carrera al gurú Iván Pedroso, la atleta Ana Peleteiro (Ribeira, 1995) anunció ayer que el excampeón olímpico cubano deja de ser su entrenador. Interrumpe así un vínculo extraordinariamente exitoso, forjado en el 2016, con el estadio Fuente de la Niña de Guadalajara como cuartel general, donde Pedroso dirige a un selecto grupo de saltadores. La deportista gallega, que anunció la ruptura en Instagram, una red social en la que cuenta con 536.000 seguidores —un medidor de su popularidad y su carisma en una especialidad normalmente alejada de los focos como el triple salto—, indicó implícitamente que la decisión de la separación fue suya. «Cierro una etapa y me gustaría hacer un homenaje a la persona que más me ha acompañado en este camino», indicó antes de remarcar: «Gracias por entenderme siempre. Y, sobre todo, gracias por apoyarme en esta decisión». Peleteiro se colgó durante su etapa con Pedroso como entrenador siete medallas entre Juegos Olímpicos, Europeos y Mundiales, tanto al aire libre como en pista cubierta —ahora denominada pista corta—. Peleteiro ya había sopesado esta ruptura meses antes de los Juegos de Tokio.
Niña prodigio del atletismo, Peleteiro deslumbró al mundo en el 2012, cuando consiguió, con solo 16 años, el bronce en el Mundial sub-20 de Barcelona, con un registro descomunal de 14,17 metros. Luego progresó con el condicionante del cambio que sufrió su cuerpo por el crecimiento y el desarrollo. Y, después de dejar Galicia y experimentar cambios en busca de un grupo de entrenamiento óptimo para disparar su carrera como atleta absoluta, se puso en manos de Pedroso. Dejaba atrás, de esa forma, un ciclo en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y un breve paso por Portugal.
Tal como explicaron Peleteiro y Pedroso, el mítico exatleta cubano —campeón olímpico de salto de longitud en Sídney 2000 y con nueve oros en Mundiales— le concedió una especie de meses de pruebas. Un período en el que evaluaría el compromiso y la dedicación de la deportista gallega. El resultado fue incontestable. Peleteiro no solo se ganó la confianza de Pedroso, sino que los resultados dibujaron su progresión: en el 2018 se colgó el bronce tanto en el Mundial en pista cubierta como en el Europeo al aire libre; en el 2019 subió a lo más alto del podio en el Europeo indoor; y en el 2021 celebró la plata en esa misma competición antes de lograr otro hito con su bronce en los Juegos de Tokio. En diciembre del 2022 dio a luz a su primera hija, Lúa, antes de regresar a lo grande en febrero del 2023. En el 2024 festejó otro bronce en el Mundial en pista cubierta, y el oro en el Europeo, meses antes de los Juegos de París.
Peleteiro —que hace once meses rompió con el mánager que había guiado hasta entonces su carrera, el gallego Alberto Suárez— ostenta el récord de España de triple, gracias al salto de 14,87 en Tokio 2020, y tiene por delante múltiples desafíos, con los Juegos de Los Ángeles 2028 al fondo, a los que llegaría con 32 años. En otoño del 2023, añadió a su nombre el apellido de su marido, el francés Benjamín Compaoré.
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«Siempre serás mi familia, te quiero, Iván»
Peleteiro cerró su etapa con Pedroso con un mensaje repleto de cariño. «Hay épocas en la vida que se disfrutan al 100%, que viene acompañadas de aprendizajes, experiencias, éxitos y derrotas, pero sobre todo vienen acompañadas de personas que marcan un antes y un después y estos últimos 8 años han sido una de esas épocas. Estos años han sido de los más increíbles y surrealistas de toda mi vida, pero hoy es un día en el que me encuentro muy emocionada porque cierro una etapa y me gustaría hacer un homenaje a la persona que más me ha acompañado en este camino», indicó.
Peleteiro recordó el momento en que unió su carrera a la de Pedroso, en el 2016. «Gracias por darme la mano en un momento en el que casi todos me daban la espalda», destacó antes de calificar al preparador cubano como su cómplice y amigo, «tanto dentro como fuera de la pista».
«Han sido unos años brutales y hoy cerramos este libro como solo nosotros sabemos hacerlo: felices, abrazados y unidos», destacó en mayúsculas. «Me llevo un amigo para toda vida y miles de enseñanzas que continuaré poniendo en práctica hasta el último de mis días. Ahora toca apostar por otro proyecto, buscar nuevas motivaciones, nuevos aprendizajes y continuar creciendo profesionalmente, pero desde otro lugar. Eres y siempre serás mi familia. Te quiero mucho, Iván», cerró.