El debutante Girona sufre la derrota más cruel en el Parque de los Príncipes (1-0)

IGNACIO TYLKO COLPISA

DEPORTES

Sarah Meyssonnier | REUTERS

Gazzaniga se tragó el postrero gol de Nuno Mendes tras haber frenado al PSG con paradas antológicas

18 sep 2024 . Actualizado a las 23:18 h.

El novato Girona conoció en el Parque de los Príncipes la crueldad del deporte rey en la máxima competición continental (1-0). Resulta que el argentino Paulo Gazzaniga había completado un partido excepcional, con paradas que habían dejado seco a todo un PSG y sobre todo a Dembélé, pero en el último minuto encajó un gol absurdo. Nuno Mendes se internó por la izquierda, lanzó a duras penas un centro-chut y el balón se le coló al portero entre las manos y por debajo de las piernas.

Ni siquiera le sirve la justificación de que había rozado un defensor. Es cierto que había merecido ganar con creces el conjunto francés a los puntos, pero venció de la forma más dura para un enemigo que se estrenaba en estas lides. A base de sacrificio, trabajo en equipo y gran orden colectivo, los albirrojos habían sobrevivido ante un enemigo que aspira al título por presupuesto, jugadores y técnico, aunque respecto a Luis Enrique las opiniones están muy encontradas.

No pintaba nada bien el panorama para los catalanes en la puesta en escena. Quizá cohibidos por lo que supone debutar en un escenario histórico y frente a uno de los candidatos al título, en el primer cuarto de hora estuvieron a merced de un PSG muy activado. La presión alta ordenada por Luis Enrique, unida a las dudas visitantes, generaron gran incertidumbre en la escuadra capitaneada por Stuani, a sus cerca de 38 años el segundo debutante más veterano en la historia de la Champions. Solo supera al uruguayo el griego Tasos Mitropoulos, quien se estrenó con Olympiakos ante el Rosenborg con 40 primaveras..

Pudo dos veces adelantarse el campeón francés, pero primero Krejci desvió un disparo de Zaire-Emery con marchamo de gol y luego Marco Asensio lanzó muy cerca del palo tras un lujo de Emery con el pase de tacón. A partir de ahí, sin embargo, el Girona encontró la pausa para descansar con el balón, evitar las temidas transiciones del rival y no pasar más apuros hasta el descanso.

Incluso los gerundenses asomaron un par de veces por el área parisina. Van de Beek se resbaló cuando Bryan Gil le había filtrado un pase interesante y más tarde Safonov, portero ruso fichado del Krasnodar por 20 millones y titular por la lesión de Donnarumma, se anticipó a Stuani en un centro de Miguel Gutiérrez. Acabó en nada pero fue una accion larguísima del Girona en la que hasta tres veces el balón volvió a Gazzaniga. Conlleva enorme riesgo, como se comprobó el pasado fin de semana ante el Barça, pero es el estilo que propone Míchel y que ha conducido al Girona hasta la Champions.

Lesión de Asensio

Cerca del entreacto, Asensio sufrió su enésima lesión muscular y fue reemplazado por Kolo Muani, más ofensivo que el balear aunque también le gusta bajar a recibir y asociarse. La peor noticia para el Girona es que Oriol Romeu, su medio de cierre, y Krejci, el notable central checo encargado de las anticipaciones, se cargaron pronto con una amarilla.

Aumentó el ritmo tras la reanudación. El Girona se gustaba y por momentos hasta dominaba, aunque sin generar peligro, pero las contras del PSG eran tremendas porque sus atacantes son balas. Dembélé dispuso de una ocasión pintiparada, pero se entretuvo y Krejci primero le aguantó la carrera y luego hizo un quite colosal. También Gazzaniga le hizo una parada colosal a Ousmane.

El PSG merecía ya ir por delante, pero falta de gol provocó que Luis Enrique mirase al banquillo para realizar un triple cambio. Llamativo que prescindiese a la vez de Vitinha, Fabián y el joven Barcola, tres de sus figuras, pero es que Doué, Neves y Kang-in Lee son canela fina.

Enfrente, Míchel buscó más frescura y músculo con las incorporaciones de Solís, Portu, Danjuma y Asprilla. La presión de los galos se intensificó en el tramo final. Kolo Muani perdonó, aunque no fue una ocasión tan clara como la que abortó el argentino Dibu Martínez en la final del Mundial de Catar. Gazzaniga hizo una intervención estratosférica en un remate a bocajarro de Hakimi, pero cuando el Girona acariciaba un punto heroico llegó la fatalidad.