Jorge Martín espanta los fantasmas con una victoria balsámica en Indonesia

Jesús Gutiérrez COLPISA

DEPORTES

Ajeng Dinar Ulfiana | REUTERS

Triunfo sin discusión del piloto español, que se redime de la caída del esprint, y vuelve a ampliar su ventaja con Bagnaia, tercero por detrás de un excelso Pedro Acosta

29 sep 2024 . Actualizado a las 16:04 h.

El circuito de Indonesia le debía una alegría a Jorge Martín. El año pasado se cayó cuando lideraba la carrera con tres segundos de margen y en el esprint de este sábado también se fue al suelo cuando rodaba en la misma posición: «He tenido 27 fantasmas (las vueltas que tenía la carrera de moto GP) cada vez que pasaba en la curva 16. Intentaba trazar muy lento, tranquilo. Me decía, 'guarda aquí y aprieta donde te sientas cómodo' y eso he hecho».

En esa maldita curva 16, que tantos puntos le había quitado, celebró la victoria ya en la vuelta de honor, parando en ese punto y besando el asfalto. «Diría que es una de las más importantes de mi carrera deportiva, después todo lo que me había pasado aquí. Correr con eso en la cabeza durante tantas vueltas no ha sido nada fácil», comentaba el de San Sebastián de los Reyes.

Martín hizo una carrera perfecta, con unas condiciones muy delicadas del asfalto. Solo acabaron doce pilotos, un reflejo de lo complicada que estaba la pista y lo fácil que era cometer un error. Salió perfecto, se puso primero desde la vuelta uno y no perdió la concentración en ningún punto de la carrera. Hizo muy rápido un colchón de un segundo con respecto a sus perseguidores y a partir de ahí gestionó esa ventaja hasta el final. Por detrás, la salida había sido muy accidentada, con una caída múltiple provocada por Jack Miller y en la que se vieron inmersos Álex Márquez, Aleix Espargaró y Luca Marini.

Ajeno a todo ese ruido, Martín se escapaba mientras Bagnaia, que había errado en la salida, tenía a Acosta y Bastianini por delante. Tras la segunda vuelta, también había perdido posiciones con Morbidelli y Bezzecchi y rodaba sexto e incómodo sobre la Ducati.

La Ducati de Márquez en llamas

En esas primeras vueltas, Márquez, había remontado hasta la séptima posición, pero tuvo una batalla infructuosa con Di Giannantonio que le dejó descolgado del grupo, y no se pudo deshacer del italiano hasta que este se fue al suelo en la novena vuelta. Una vez en solitario, trataba de dar caza al grupo de Bastianini, Morbidelli, Bezzecchi y Bagnaia. Sin embargo, justo cuando el piloto español había hecho su vuelta rápida personal y ya acariciaba al cuarteto de italianos, el motor de su Ducati comenzó a arder y se vio obligado a retirarse. «Hoy ha tocado sufrir la otra parte del motociclismo, que son las averías mecánicas. Estaba haciendo una carrera de menos a más porque había perdido mucho tiempo en esa pelea con Di Giannantonio, pero a veces hay cosas que no están en tus manos», se resignaba el piloto de Cervera, que ahora sí, se despide de sus opciones de título.

Por delante, un cambio de ritmo de Bastianini, alteró durante unas vueltas la tranquilidad de los dos de delante. El italiano acostumbra a hacer buenos finales de carrera, pero esta vez cometió un error a siete vueltas del final y se fue al suelo justo cuando había marcado la vuelta rápida de carrera. Al igual que Márquez, la caída dejaba a Bastianini fuera de la batalla por el título.

Presionado por detrás, Acosta llegó a ponerse a 6 décimas de Martín, pero un nuevo estirón del madrileño volvió a ampliar su ventaja y el murciano daba por buena la segunda posición. «Necesitaba terminar la carrera, ya fuera segundo o quinto, porque llevaba varios fines de semana siendo muy competitivo pero cometiendo errores». La emoción en las últimas vueltas estuvo en la lucha por el tercer escalón del podio, que finamente fue para Bagnaia, tras deshacerse de sus compatriotas a cinco vueltas del final. En sexta posición entró Maverick Viñales, décimo fue Raúl Fernández y duodécimo y último, Álex Rins. Los únicos españoles que acabaron una prueba de eliminación.

Nada más concluir la carrera, se encendieron las alarmas a Pedro Acosta, sobre el que pesaba una investigación por posible infracción del límite de presión mínima en el neumático delantero. Aunque el murciano subió al podio, su cara era un poema ya que, en caso de sanción, le habrían caído 16 segundos, lo que le mandaban al fondo de la clasificación. Casi dos horas después de acabar la carrera, Dirección de Carrera notificó que no había penalización y el joven rookie respiró, con el que es su cuarto podio del año.