Ester Navarrete: «Me di cuenta de que el maratón es para mí»

X.R.C.

DEPORTES

Abraldes

Define el atletismo como injusto «porque te lo juegas todo en un día»

27 oct 2024 . Actualizado a las 23:44 h.

Ester Navarrete Santana (Vigo, 1990) es una todoterreno. Combinó cros, pista y ruta, con mucha carrera popular, y consiguió cumplir su sueño olímpico en maratón. Lo hizo todo mientras ejercía su profesión de enfermera. También cuando su hijo Isco vino al mundo. Con 34 años, todavía tiene marcas pendientes y quiere meterle un tajo más al récord gallego de la larga distancia que en su día le arrebató a la mítica Julia Vaquero.

—¿Considera que ser olímpica le cambió la vida?

—Sigo siendo la misma, pero sí que me cambió en algunos aspectos: me conoce más gente.

—¿Se considera una atleta popular?

—No.

—Sin embargo, corrió un montón de carreras populares.

—Cuando corres carreras populares, eres una más, pero a día de hoy, me considero una atleta profesional por cómo es mi vida y porque estoy viviendo de esto.

—Tal y como le iba la vida en el atletismo, ¿pensó que llegaría a atleta profesional?

—Pensaba que sí, que era posible, pero también que tenía un límite y que no sabía si iba a llegar al máximo o iba a quedarme por el medio y dejarlo todo.

—¿Echa de menos la profesión de enfermera?

—A veces, sí. Me gusta mucho ayudar a la gente y me gusta mucho el ambiente de mi ámbito profesional.

—Hizo cros, ruta, pista y ahora maratón, ¿dónde se siente más cómoda?

—En la pista y en la ruta. En el cros, de pequeña, me sentía como en mi casa, pero a día de hoy, han cambiado los roles y no me siento tan cómoda. No me gusta tanto, aunque hay croses que me fascinan.

—¿Se arrepiente de no haber pasado antes al maratón?

—No. De hecho, aún tengo pendiente alguna marca en el 10.000 y me hubiese gustado también bajar un poco mi marca del 5.000. Todavía tengo cosas pendientes en la pista.

—¿Va a combinar entonces pista y maratón?

—No lo descarto, aunque sea complicado.

—¿A qué achaca que se adaptara tan bien al maratón?

—Desde que empecé a correr, se me daba muy bien hacer rodajes y tiradas más largas. Era capaz de hablar y correr a cierto ritmo fácilmente y la gente me decía que era una pasada. Más o menos se intuía que podía llegar a hacer algo en maratón y en el último año comencé a ver que iba asimilando el meter kilómetros muy bien y me iba encontrando como la seda, ahí fue cuando me di cuenta de que el maratón es para mí.

—Da la impresión que no le sorprendieron las marcas que fue haciendo.

—Llevo muchos años corriendo, y veo los entrenos y sé que este deporte es muy injusto, porque te lo juegas todo en un día y no salen las marcas que tú quieres. Por los entrenamientos que estaba haciendo todos estos años, sabía que podía rondar eso.

—¿Qué supuso para usted irse estudiar Santiago y conocer a Manolo Vigo, su entrenador de toda la vida?

—Me cambió mucho mi vida. Pasé de estar en mi casa a independizarme, más o menos, pero también me ayudó a disfrutar mucho de este deporte y a poner las cosas en su sitio, que no todo es atletismo, saber que un atleta también es una persona, que por hacer atletismo no eres más ni menos. Sobre todo me enseñó muchos valores, que es con lo que me quedo. Y también entrenar con cabeza.

—¿Qué es entrenar con cabeza?

—Eso depende de cada persona. En mi caso, creo que sé diferenciar de los entrenos a las competiciones. Yo compito muy bien, me encanta competir y soy muy competitiva, pero en los entrenos doy lo que hay que dar, no doy más porque no es una competición. A veces te encuentras muy bien y hay que darlo todo, pero hay que saber diferenciar entre la competición y el entrenamiento.

—¿Qué supuso en su día fichar por el Barcelona?

—En el atletismo siempre estamos en contacto todos con todos, nos conocemos de campeonatos y surgen las cosas. Siempre quieres crecer un poquito más, me lo ofrecieron y me pareció una buena oportunidad poder formar parte de un equipo tan grande.

—¿Cree en las zapatillas voladoras?

—Las zapatillas de placa me parecen importantísimas. Es nuestra base en la carrera. Yo utilizó unas Deviate Nitro Élite 3 de Puma y para mí es lo más cómodo que he encontrado nunca.

—¿Es un tema de comodidad o de ahorro energético?

—Es todo. Tú tienes que sentirte cómoda por encima de todo, pero además ves que en carrera no llegas a la fatiga muscular a la que tienes que llegar y te permite seguir a cierto ritmo.

—¿Qué significó superar el récord gallego de Julia Vaquero?

—Julia para mí es la atleta más referente que hemos tenido en España. Como atleta, es lo máximo, y sacárselo a ella también para mí es algo muy grande. El objetivo es rebajarlo el próximo año.

En corto

El atletismo y la familia son los dos pilares de la vida de Ester Navarrete. Primero, sus padres le ayudaron en todo lo posible a cumplir su sueño, y ahora, su hijo, Isco, es el motor de su vida.

—¿Por qué le puso de nombre a su hijo Isco?

—Se llama Francisco, y como su padre se llama Francisco, era una manera de diferenciarlos en casa de alguna forma. A mí me gusta más Isco que Fran.

—¿Pudo hacer deporte durante el embarazo?

—Estuve parada varios meses, la verdad es que no me encontraba para correr e intenté mantenerme en forma como podía, después el tener al niño fue el fisio el que me frenó porque había que ir muy despacio. Tardé dos meses en volver a correr pero antes hacía otras cosas.

—¿Su comida preferida?

—La tortilla de patatas.

—¿Bebida?

—Un café.

—¿Un coche?

—El Peugeot me gusta mucho, el 206.

—¿Un lugar en el mundo?

—Vigo.

—¿Un sitio para visitar?

—Me encantaría conocer Ámsterdam.

—¿Un libro que recomendaría?

—La Catedral del mar.

—¿Una película?

—La vida es bella.

—¿Con qué personaje se iría de cañas?

—Con Usain Bolt.

—¿Qué cree que aportan las nuevas tecnologías al mundo?

—Muchas ventajas, pero también creo que nos estamos cargando un poquito el mundo. Por un lado, nos ayudan y por otro, nos están repercutiendo.