Debate en el yudo gallego por la proliferación de deportistas foráneos

DEPORTES

REBECA FERNANDEZ

Niños y adultos de diferentes comunidades representan a Galicia en los campeonatos, algo que los clubes creen que perjudica a sus luchadores y técnicos

31 oct 2024 . Actualizado a las 21:09 h.

El Campeonato Gallego absoluto, disputado hace dos fines de semana, concluyó con unos resultados en los que 12 de los 28 medallistas masculinos ni son de la comunidad en la que compitieron ni viven en ella. En categoría femenina, los resultados son menos llamativos, pues fueron 3 de 28. Esto supone que el 42 % de los hombres que subieron al podio son foráneos. Este porcentaje se reduce al 27 % en la clasificación general. No es una situación nueva. Desde que, hace alrededor de un decenio y medio, comenzaron a desembarcar en Galicia los primeros yudocas madrileños, cada vez son más los que utilizan esta territorial para federarse, competir por ella y, en algunos casos, recibir subvenciones. Una situación que genera división en esta disciplina deportiva. Mientras son numerosos los clubes que lo ven como un perjuicio serio para sus luchadores, desde la federación y la Xunta lo analizan como una forma de potenciar el deporte. En cualquier caso, el debate está abierto.

¿Por qué vienen de Madrid y triunfan en Galicia? La clave está en Brunete, en donde Quino Ruiz, uno de los mejores entrenadores de España, ha creado una especie de centro de alto rendimiento al que acuden yudocas de diferentes comunidades. «Es el mejor, tiene a muchos de los mejores y hace mejores a los que ya son buenos. Es su secreto», explica un entrenador gallego.

La práctica de competir en Galicia foráneos se da en todas las edades. Desde los competidores top hasta los niños. De hecho, en categorías inferiores, de infantil a júnior, 21 pequeños que no viven en Galicia ni son gallegos fueron a los campeonatos de España representando a esta territorial. Esto es uno de cada cinco, más allá de los que privaron a los autóctonos de subir al podio en los campeonatos gallegos.

«Depende del año, hay mayor diferencia. En este último, donde hemos perdido más plazas han subido, porque los que eran cadetes del año pasado han pasado a júnior. En chicos, de 25 que fueron al sector, 11 eran de fuera, mientras que en chicas hay que sumar 4 de 19», explica el entrenador de un club que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias. «No es una situación nueva, pero si protestas, luego la pagas. A mí no me afecta mucho porque tengo un club pequeño, pero veo que algún niño podía hacer alguna salida que no hace, porque llevan a uno de fuera y eso duele», refleja otro veterano técnico de la provincia de A Coruña.

Eliminación de concentraciones

Menos miedo a dar la cara tiene Bernardo Romay, experimentado entrenador que ha sacado a lo largo de su dilatada trayectoria, entre otros, a los olímpicos Roberto Naveira: «Ya no es solo que no vayan a los sectores o a los campeonatos de España, es que antes se hacían entrenamientos y concentraciones para confeccionar las selecciones, pero ahora han quitado todo eso. Apuestan por los stages, que son privados, y por los puntos que dan en las Copas, para las que hay que acudir, gastando dinero cada chaval de su bolsillo y, además, la cuota de inscripción. Los de Madrid vienen, compiten, se van y punto. No se vuelve a saber de ellos hasta que llega el momento de hacer alguna salida, que ahí sí se apuntan», reflexiona antes de recordar que el seguro de todos esos niños los paga la Xunta de Galicia a través del programa Xogade.

En esa línea, Ricardo Trillo, del Bitácora de Ferrol, tira de ironía en su reflexión: «Es lógico y normal que vengan los madrileños, sobre todo, a Galicia a competir contra los nuestros, porque el señor Muzas [Mario, presidente de la federación autonómica] los trata muy bien. Tienen nivel y todo el respaldo que necesitan. Pero se llevan unos recursos que a los clubes de aquí y a nuestros niños les hace daño. Trata mejor a la gente de fuera que a los gallegos y eso es lo que no puede ser. Todo ello ha creado en Galicia un ambiente extraño».

Diferentes procedencias

Alberto Castro, del Judo Ferrolterra, discrepa con los anteriores entrenadores y considera que «es cierto que hay clubes que no ven con buenos ojos que la gente de Madrid se federe por Galicia y compita aquí. Yo, personalmente, creo que el que quiera ser campeón tiene que ganarle a todos. Poca gente de nuestra comunidad se queda fuera porque vengan los madrileños. Nos hacen más grandes. Tenemos gente de Valencia, de Castilla-León y de más autonomías. También hay georgianos compitiendo por España y nadie se molesta».

Niega la mayor el dezano Xaquín Baldomir: «É difícil de explicar. O nivel dos campionatos galegos sube, pero ós nosos competidores se lles complica o acceso á seguinte fase. En infantil e cadete, intentan que se van varios que non adestran en Galicia e hai máis prazas, acabe indo un de aquí, pero non sempre se consigue».

En ese caso, Bernardo Romay se queja también de que muchos de los técnicos de la federación no son gallegos. En concreto, hasta diez son foráneos, algo que él entiende que perjudica a los pequeños. «No les hacen un seguimiento, no los conocen. Así, sucede que, cuando uno de los nuestros llega al campeonato de España, el técnico de turno que le toca no sabe si va bien por un lado, por otro... Y eso a los niños les genera un estrés que no es normal para esas edades. A mí me ha pasado hace poco con una niña. Parece que en Galicia no hay entrenadores capacitados, que los hay que traer de fuera», enfatiza antes de puntualizar: «Tenemos muchas cualidades para ser la mejor territorial, porque cuando Mario Muzas se pone, es capaz de hacer muchas cosas bien. Pero en esto está fallando. Está buscando más el éxito y el reconocimiento, tanto de la federación como del Famu [club vigués vinculado al De Frutos alicantino y al Brunete madrileño], que se olvida de fomentar de verdad nuestro deporte», sentencia.

En cualquier caso, la invasión, principalmente, de madrileños ha generado el debate en el yudo gallego: ¿Potencian la práctica del deporte o solo se aprovechan de unos supuestos beneficios?

La federación argumenta que solo hay 200 ajenos a Galicia de casi diez mil licencias

Para la Federación Gallega de Judo no hay debate. «Estamos en un país libre y cada uno se federa donde quiere. Tenemos gente de Madrid, de Valencia, de Paraguay... No vamos a pedirle el RH a nadie», asevera Mario Muzas, máximo representante del organismo autonómico. Además, insiste en que «solo tenemos unos doscientos de fuera, cuando contamos con diez mil licencias».

Muzas sostiene que no paga nada a ningún deportista por estar federado en su territorial y el que el único motivo de que se dé esta circunstancia es «porque aquí se hacen las cosas bien y somos un ejemplo para el resto».

Por último, niega que los foráneos quiten plazas a competidores locales: «Por el sistema de clasificación que hay, siempre tenemos más de las que ocupamos», zanja el asunto.

Quino Ruiz nota ambiente hostil

Por su parte, Quino Ruiz, el entrenador de los yudocas madrileños que pelean en Galicia, explica que el motivo está en su amistad con Mario Muzas y las diferencias que en su momento mantenía con su federación. Insiste en que sus competidores se pagan sus desplazamientos, que no quitan plazas a nadie y que «ahora ha cambiado el presidente en Madrid y estoy viendo tal hostilidad que me estoy replanteándome licenciarnos aquí. Si lo hacemos, perderá el yudo gallego. Yo no tengo culpa de que los de ahí no den la talla y pierdan con los míos».

«Se os mellores veñen é porque están a gusto aquí; hai espazo para todos», dicen desde la Xunta

Para la Xunta, tampoco hay debate ni dudas: «Se os mellores iudocas do país veñen a Galicia é porque están a gusto aquí e polo bo traballo que se fai. Do mesmo xeito que o fai Enmanuel Reyes en boxeo, Sara Ouzande en piragüismo ou Yulenmis Aguilar ou Alice Finot en atletismo. O deporte galego está nun momento de esplendor nacional e internacional que temos que aproveitar e dende a Xunta de Galicia cremos que hai espazo para todos».

En este sentido destaca que esos deportistas que compiten con licencia acabarán siendo entrenadores e inculcando a los yudocas gallegos sus conocimientos: «Laura Martínez e Estrella Martínez xa o veñen facendo», apostillan.