Este campeonato ha tenido todos los ingredientes para ser uno de los peores matches del Campeonato del Mundo de la historia del ajedrez. Por un lado, el actual campeón, Ding Liren, estaba en su peor forma en los últimos diez o quince años. Tuvo un año horrible en el que prácticamente no ganó ninguna partida clásica. Por otro lado, Gukesh, el joven indio de 18 años, ganó el torneo de Candidatos gracias a mantener la tensión y aprovechar los errores de sus rivales, pero no se puede decir ni mucho menos que hiciera un ajedrez fuera de serie.
Sin embargo, este match nos ha dado más de lo que prometía, con muchos momentos que pasarán a la historia de los mundiales, tal vez no por la calidad, sino por la valentía y superación de los jugadores en momentos claves. Las seis primeras rondas fueron muy dubitativas, y ambos jugadores se estaban tanteando. Gukesh empezó perdiendo por escoger mal el tipo de posición en la primera partida, pero en la tercera ronda aprovechó de manera formidable un error de cálculo de Ding.
Después de la sexta ronda, el match fue una lucha sin cuartel en la que el indio Gukesh llevaba la voz cantante. Partida a partida, con blancas o con negras, asediaba a su rival sin descanso. Lo intentó sin parar hasta que en la ronda 11, Ding Liren se quebró bajo la presión y perdió la partida.
Todo parecía decidido, la muralla china había caído, pero Ding Liren tenía un as en la manga. Se recompuso y al día siguiente jugó una de las mejores partidas de su vida. Precisión de máquina y poniendo a Gukesh en problemas que no pudo solucionar. Victoria de Ding y a falta de dos rondas, empate en el marcador.
¿Qué haría el aspirante en la siguiente ronda con blancas? Pues luchar a por la victoria sin piedad. Jugó una partida espectacular, poniendo a Ding en tremendos problemas. Por suerte para Ding, Gukesh cometió un error que permitió al chino defenderse de una manera increíble y sacar las tablas. ¿Qué pasaría en la última ronda? Ding lleva blancas, ¿sería tablas?
Ding planteó la partida de manera tranquila, para entrar en variantes sin complicaciones, pero Gukesh quería ganar y jugó una línea un poco dudosa para desconcertar al rival. Ding pudo hacerse con la iniciativa, pero prefirió hacer la jugada sólida. Poco a poco, Ding iba haciendo mini imprecisiones que hacían que su posición fuera más y más difícil.
El desastre ocurrió en la jugada 54. Tras aguantar el final durante mucho tiempo, la cabeza de Ding se paró. A veces, cuando estamos defendiendo, pensamientos pesimistas nos hacen ver problemas que, en realidad, no lo son. Para evitar uno de esos problemas, cambia las torres, sin darse cuenta de que está obligado a cambiar también los alfiles, entrando en un final de peones perdido. Ding se rinde y Gukesh se convierte en nuevo campeón.
Iván Salgado es Gran Maestro y dirige la academia www.chessexcelsior.com