El beso de Rubiales a Jenni Hermoso: el paso a paso de lo que ocurrió después contado por sus compañeras

Gladys Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Jenni Hermoso, a su salida de la Audiencia Nacional el pasado lunes
Jenni Hermoso, a su salida de la Audiencia Nacional el pasado lunes Chema Moya | EFE

La primera semana del juicio al expresidente de la RFEF nos dejó la declaración de la denunciante, pero también se escuchó por primera vez cómo vivieron aquel 20 de agosto y las horas posteriores el resto de futbolistas. «No era ella», «no estaba», «no podía disfrutar», relataron

09 feb 2025 . Actualizado a las 10:25 h.

La primera semana del juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol ha dejado una narración completa sobre qué sucedió, según los testigos, tras la final en la que España salió campeona del Mundial en Sidney en el 2023. Un margen temporal entre el 20 y el 26 de agosto en el que el fútbol español saltó por los aires. 

Aquel «piquito», como el propio Luis Rubiales lo definió, dio la vuelta al mundo y eclipsó un éxito deportivo sin precedentes. Las jugadoras y su título dejaron de ser lo importante para que solo lo fuese un momento. A las pocas horas la sentencia estaba en todos los foros: ese beso no había sido apropiado. 

La primera en dar testimonio en la primera semana de juicio fue precisamente la afectada, Jennifer Hermoso. La jugadora de 34 años lleva más de año y medio en el ojo del huracán y fue juzgada por muchas voces por su supuesta alegría y chascarrillos tras el beso que le plantó su «jefe». Así definió a Rubiales durante su declaración para poner en valor que lo que sucedió no estuvo bien y que, desde ese momento, no ha podido «vivir libremente».

Durante más de dos horas, la jugadora del Tigres mexicano manifestó que no estuvo de acuerdo en ningún momento con el beso. «No lo aprobé», dijo en sede judicial. «Sabía que me estaba besando mi jefe y esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social». Hermoso, máxima goleadora histórica de la selección, también manifestó que en ningún momento escuchó que el entonces presidente le pidiese permiso para besarla. «En ese momento ni entendí ni escuché nada. No vi gestualizar con su boca ningún tipo de pregunta». Tampoco se lo habría permitido si hubiese escuchado la pregunta. ¿Qué dijo en su día Rubiales? Pues que sí que se lo preguntó: «Yo le dije: '¿Un piquito?'; y ella me dijo 'vale'»

El después

«Nada más bajar, ya sentí que no había sido normal», explicó la delantera, que fue juzgada por cómo celebró en las siguientes horas el triunfo más importante de su carrera. «Mi actitud de cómo esté, no quita lo que yo siento. No tengo que estar llorando en una habitación para dar a entender que eso no me gustó». Jenni derribó con su testimonio el mito de la «buena víctima».

Después, con el lío que dio la vuelta al mundo ya en marcha, llegaron, según Hermoso las presiones. Su jefe le pedía que normalizase la situación de forma pública. Y eso era un comunicado conjunto. «Me pidió, por favor, que lo hiciera por sus dos hijas que estaban atrás en el avión llorando, y yo le dije que lo sentía, pero que no iba a hacerlo. Y también me dijo: ‘A ti y a mí nos gusta lo mismo, dando a entender...».

Sus compañeras

Quienes nunca se habían pronunciado con detalle sobre lo vivido, al margen de mostrar su claro apoyo a Jenni, fueron sus compañeras. Esta semana tuvieron que hacerlo como testigos en la Audiencia Nacional, elaborando así un relato sobre qué pasó después. 

Misa Rodríguez
Misa Rodríguez FERNANDO VILLAR | EFE

Misa Rodríguez ubicó sus impresiones ya en el vestuario. Una vez celebrado el título sobre el césped, todo quedaba entre ellas. «Es verdad que en el vestuario, en el momento en el que estábamos celebrando, la vi bien. Hubo un momento en el que sale a hablar con Rubiales, y una vez entramos al bus, es verdad que ahí ya la veo que la euforia baja y que la veo anímicamente mal, como dispersa, que no estaba en lo que estábamos en ese momento, que era la celebración». En ese bus se grabó el vídeo en el que Jenni bromea sobre el beso y por el que tanto se la juzgó. 

Alexia Putellas e Irene Paredes declararon desde Barcelona
Alexia Putellas e Irene Paredes declararon desde Barcelona Quique García | EFE

Alexia Putellas manifestó en su declaración que notó a su compañera «triste» y que «no tenía ganas de disfrutar». «No estaba», «no era Jenni», dijo la dos veces Balón de Oro. La jugadora del Barcelona retrocedió en el tiempo porque entre Sidney y España recuerda que pasaron más cosas. La centrocampista señaló que durante el viaje en avión le pidieron a Jenni Hermoso que fuera a hablar con Rubiales «por sus hijas», pero su compañera «estaba enfadada, agobiada, llorando y pidió que la dejaran en paz». 

«Ella en ningún momento quería hacer nada, ella quería simplemente descansar, estar tranquila y al final disfrutar de lo que era ese momento», añadió su compañera Misa Rodríguez. 

Afectada a los pocos minutos

Alexia Putellas se declaró conocedora de que Luis Rubiales insistió para que la afectada admitiese que el beso fue consentido. Ella reconoció que no vio el momento del pico, pero que fue Jenni quien se lo contó. «Su cara era algo rara. Dijo que le había agarrado de la cara y le había besado». Por lo tanto, según su testimonio, no pasaron horas o días hasta que Hermoso fue consciente de la gravedad de lo sucedido. Sus malas sensaciones fueron inmediatas. Ya en el autobús, Putellas recordó que Hermoso le dijo «'tía, es que es muy fuerte'».

Alexia recordó que, aún así, a quitarle peso. Lo achacó a un «hecho fortuito». Fue entonces cuando su compañera le enseñó el vídeo del momento del beso. «Yo veo lo que realmente ha pasado, y entonces Jenni me dice "es que no sé cómo se le ha ocurrido hacer eso, cómo se le ha pasado eso por la cabeza darme un beso"», declaró. 

Misa Rodríguez también confirmó este extremo asegurando que Hermoso no les dijo «en ningún momento» que el beso fuese «consentido».

Irene Paredes, tras su declaración
Irene Paredes, tras su declaración Quique García | EFE

La conversación de Rubiales con Paredes

Si nos volvemos a ubicar en el avión de camino a España, Irene Paredes confirmó en la Audiencia Nacional que habló con el propio Rubiales. «Me dijo, "es increíble, me están tachando de violador"». La zaguera mantiene que ella misma le espetó al entonces presidente que no le parecía bien lo sucedido. 

Laia Codina también dio testimonio de otros movimientos extraños que se dieron en ese avión. «Nos cuenta (Jenni) que Luis (Rubiales) le pidió que hiciera un vídeo. Se puso a llorar y le aconsejamos que estuviera tranquila», contó.

Irene Paredes cubrió con su testimonio otro vacío informativo. «En el autobús algunas jugadoras bromearon con el grito de "presidenta, presidenta", y yo les dije que parasen, que lo que había pasado era muy grave y no era para hacer broma», añadió. 

Laia Codina
Laia Codina FERNANDO VILLAR | EFE

El conflicto en el viaje a Ibiza

Tras esos días de agridulce celebración, parte de las jugadoras de la selección se fueron de viaje de ocio a Ibiza. Ahí entró presuntamente en acción Rubén Rivera, exjefe de márketing de la selección. De ello dio testimonio la jugadora del Arsenal, Laia Codina. «Estábamos en unas hamacas, descansando, y vino cinco o seis veces como mínimo pidiendo a Jenni que fuera a hablar con (Albert) Luque, que también estaba en la isla. Se agobió y se puso a llorar», aseguró. 

Misa Rodríguez también se ha referido a la presencia de Luque en Ibiza. «Me parece raro que una persona que no tiene nada que ver con nosotras esté allí en donde estábamos nosotras», argumentó. 

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Según la portera del Real Madrid, en Ibiza Hermoso «no era ella». «En ningún momento salió de fiesta, cosa que me sorprendió porque al final ella es una chica alegre que le gusta estar con su gente. Pero yo la veía que no era ella, que no estaba en ese momento. Es que no disfrutaba que estaban en otro sitio. En su cabeza estaba en otro sitio», explicó. 

¿Qué pasará esta semana?

Esta semana el juicio entra en su recta final con la declaración de los dos últimos testigos, la exposición de la prueba documental y la esperada comparecencia de los acusados -Luis Rubiales,  el exdirector de la Selección española Albert Luque, el exseleccionador femenino Jorge Vilda y el exresponsable de Marketing de la Federación Rubén Rivera-, que está prevista para el martes. Luego solo quedará la lectura de los informes de conclusiones de las partes antes de que el juez declare el visto para sentencia.