Tres golfistas coruñeses abren en Egipto su temporada con el sueño a medio plazo del circuito europeo

DEPORTES

José Luis Adarraga, Antón Vázquez Muiños e Ignacio Mateo, de tres generaciones diferentes, comienzan el calendario del Alps Tour con el ambicioso reto de conseguir llegar al DP World Tour
16 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Tres jugadores coruñeses inician el miércoles en Egipto un viaje por seis países con un sueño en el horizonte a medio plazo: alcanzar la élite en el circuito europeo, el DP World Tour. Profesionales de tres generaciones diferentes, con tres historias diferentes forjadas en el campo de A Zapateira, José Luis Adarraga (1983), Antón Vázquez Muiños (1990) e Ignacio Mateo (2001) pusieron el año pasado los cimientos, cada uno con cambios distintos, a un 2025 que ilumina sus ojos cuando describen sus planes. Además de su club, el ejemplo de Santi Tarrío (Touro, 1990), que se paseó durante las tres últimas temporadas entre los grandes del Viejo Continente, conecta sus planes de diferentes maneras.
Niño prodigio, número 1 español aficionado, miembro de los equipos nacionales y con un contrato publicitario con la promotora Valle Romano antes de que la explosión de la burbuja del ladrillo se lo llevara todo por delante, Adarraga alcanzó el decimosexto puesto del Open de Madrid en el 2006, cuando tenía 23 años. Desde entonces, licenciado en Ciencias del Deporte, nunca dejó de intentarlo, hasta que en el 2024 se plantó: ahora o nunca. «Recurrí para la parte mental a Joaquín Dosil, que llevó arriba a Tarrío, y decidimos apostar fuerte durante esa temporada. Tenía que jugar el mayor número de torneos posible, sentir el estrés de viajar constantemente, soportar el ritmo de vuelos, hoteles, gastos e ir adaptándome a esa vida», explica. Jugó unos 17 torneos fuera de Galicia entre los seis del Alps Tour (el tercer peldaño del profesionalismo en Europa), los ocho del calendario nacional y otros tres en Francia. Y cerró a lo grande el curso: con la tarjeta completa del Alps, como ganador del torneo de acceso en Roma en noviembre.
Cuidar la mente con Dosil
Desbloqueado el primer objetivo, explica los siguientes. «Me he dado un par de años para acceder al Challenge Tour [el segundo peldaño del golf europeo], y en el 2028 llegar al DP World», comenta Adarraga con una medida dosis de prudencia y ambición. Y explica el click que Dosil hace en su mente: «En un deporte tan técnico como el golf, en el que podemos llegar a obsesionarnos con el swing, se trata de recuperar la naturalidad en el juego; y al mismo tiempo, pensar solo en el golpe que vas a ejecutar, borrando lo anterior y lo que vendrá después». A nivel técnico, también abraza el menos es más. «Al final te terminas dando cuenta de que el putt y el juego corto, de menos de 100 metros, marcan la diferencia», razona con el bagaje de treinta años de competición, dispuesto a jugar el Alps completo e intentar ganar dos títulos o terminar entre los mejores del año, las vías directas al Challenge.
Ingeniero de caminos
Antón Vázquez Muiños, ingeniero de caminos, tuvo siempre talento para el golf, pero hasta septiembre del 2023 no lo puso en el primer plano. Entonces, después de consolidar su carrera profesional al margen del deporte durante los ocho años anteriores, empezó a madurar un sueño pendiente, llegar a la élite. Animado por los resultados que conseguía en su tiempo libre y por su entorno, decidió darse una oportunidad. «Era ahora o nunca. Pedí una excedencia de cinco años en Pescanova, la empresa en la que trabajaba, para dedicarme a competir. Estoy convencido de que si me dedico a tiempo completo, puedo jugar a un nivel muy alto, y quería comprobarlo. Estoy en desventaja frente a otros por las horas de juego acumuladas en la vida, pero también tengo la tranquilidad de tener un trabajo al que regresar», razona Vázquez Muiños, que en la práctica podrá jugar todo el Alps.
Da por buena la temporada pasada, «una primera toma de contacto» y un aprendizaje, al ver la delgadísima línea que en este circuito separa a los que pasan el corte del top-10. «Las sensaciones fueron muy buenas. Disfruto de la adrenalina de pelear por los torneos, me motiva», explica al tiempo que traza sus retos a medio plazo: «Me doy un par de años para subir al Challenge, y me gustaría llegar al DP World antes del 2030».
Antón Vázquez trabaja la parte técnica con el coruñés afincado en Mallorca Borja Nieto, la física con Rubén Barreiro, la mental con Jaime Herrera y pone su cuerpo en manos del fisio Daniel Campanero, que trabaja con Santi Tarrío.

Alto rendimiento en Inglaterra
Ignacio Mateo constató todo su potencial para el golf durante sus estudios de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. Allí entró a formar parte en un programa de alto rendimiento y se le abrieron las puertas de torneos de prestigio en el campo aficionado, incluido el British Amateur. «Hace dos años competí mejor y pensé, ¿por qué no intentarlo? Así que en septiembre me hice profesional y luego me gané el derecho a jugar casi todo el calendario del Alps», explica. Y avanza sus deseos. «Mi idea, ambiciosa, pero realista, es asentarme en el Alps Tour, estar entre los 30 mejores este año, y en un plazo de dos o tres años, llegar al Challenge, con la idea de alcanzar algún día el DP World». Ajusta la parte técnica con el entrenador gallego Sergio García, «que formó a Tarrío y a otros jugadores que llegaron a la élite», y trabaja el físico con Matt Pepper, la mente con Jerry Fox —ambos de la Universidad de Exeter— y la nutrición con Francis Campos.
La difícil pero imprescindible búsqueda de patrocinios
El sueño tiene un precio. Jugar unos 20 torneos fuera supone un gasto de unos 20.000 euros, y una temporada más completa se acerca a los 30.000, tal como coinciden Adarraga, Vázquez Muiños y Mateo. Los tres tiran de ahorros y asumen como una apuesta a pérdidas una temporada como la que afrontan. Cada uno desde una situación diferente.
«Si piensas ahora en ganar dinero, ves que no dan los números. Yo estoy hablando con varias empresas, pero ahora mismo no tengo nada», explica Adarraga. Antón Vázquez dispuso el año pasado de unos 7.500 euros de una iniciativa de aportaciones surgida en A Zapateira, y disfruta del respaldo de un empresario al que fascinó su sueño de dejarlo todo por el golf y que cubre un tercio de sus gastos a cambio de un futuro porcentaje de sus premios. Ignacio Mateo disfruta del apoyo en material de BigOutlet Sports.