En el fútbol de niños, lo más importante no es pasarlo bien

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

Antonio Cortés

17 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Lo más importante es que lo pasaras bien». Esa frase se la he escuchado a muchos padres después de ver perder a sus hijos uno de esos partidos que desatan pasiones. Porque no nos engañemos, pocos lo dirían cuando su niño gana 12-0 con un triplete de su retoño.

Pues siento contradecir esta manida expresión. Hacer la croqueta durante un entrenamiento mientras el entrenador trata de explicar un ejercicio o bailar una canción de Rosalía que se cuela en el ambiente durante un partido es divertido para los niños y entraría dentro de ese amplio concepto de «pasarlo bien». También no acudir a entrenar un miércoles (normalmente lluvioso) excusándose en un dolor en un abductor o una enfermedad de la que el sábado de partido ya ni hay rastro.

Lo más importante en el fútbol base no es pasarlo bien. Es aprender. A jugar, por supuesto, pero sobre todo los valores que te enseña un deporte de equipo. Si el disfrute personal es una falta de respeto al profesional que trata de enseñar o lastra el entrenamiento y el aprendizaje de tus compañeros no es algo que deba aplaudirse. Y no censuro a los niños que lo hacen. Sobre todo si son muy pequeños. Ellos tienen derecho a equivocarse. Pero sí a los padres que, lejos de reprenderlos, les ríen las gracias y no apoyan a sus entrenadores.

Porque, aunque haya miedo a decirlo, ganar importa. Supone una lección de vida para los niños. La victoria es la recompensa que todos necesitamos a nuestro trabajo. Y los pequeños pueden aprenderlo sin llegar al 1,30 gracias al deporte. Y más si se gana con el poder del equipo, siendo buen compañero, y después de un enorme progreso colectivo. En el fútbol, como en la vida, se pierde más que se gana. Y no cabe restarle valor a la derrota. Necesitamos aprender a convivir con ella, ya desde la infancia.

Pero ojo. El otro extremo también es dañino. Me he grabado a fuego la frase de un grande como Pablo Fernández, alma máter del Montañeros: «Muchos padres solo quieren ganar y no valoran lo que han aprendido sus hijos». Y esa es la clave. Aprender, por encima de todo. También de pasarlo bien.