Con siete derrotas en 12 partidos ante el público mariñano, presenta el balance más pobre en sus 33 temporadas en Tercera
18 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Cantarrana ha pasado de ser un fortín a una tortura para el Viveiro CF. Si ya el pasado curso fue el primero de la historia en el que los celestes perdieron más de la mitad de sus partidos como locales —nueve de 17—, sus problemas futbolísticos sobre el blando e irregular césped de su estadio son ahora mayores que nunca. Sus siete derrotas en 12 apariciones ante su hinchada, un 58,33 %, han colocado a los mariñanos con solo dos puntos de margen sobre un descenso que tendrán que evitar con ocho de sus 13 últimos compromisos a domicilio.
Arousa (1-0), Vilalonga (4-2) y Barbadás (2-0) son los únicos conjuntos que se fueron de vacío de un estadio donde igualaron Atlético Arteixo (0-0) y UD Ourense (1-1), y triunfaron Somozas (0-2), Estradense (3-4), Alondras (2-3), Noia (0-1), Polvorín (1-3), Valladares (2-3) y Boiro (0-1). El estreno de Adrián Benavides como entrenador el pasado domingo no sirvió para evitar el nuevo tropiezo de una escuadra que todavía debe recibir a Gran Peña, Silva, Sarriana, Racing Vilalbés y Betanzos.
En esos duelos corre el riesgo de superar su peor registro de derrotas en casa. Fueron las nueve que sufrió el pasado curso en solo 17 partidos y en los 19 encuentros como local que disputó en el 2001-02.
En las 33 temporadas que cuenta desde su debut en Tercera en 1958-59 —era la tercera categoría, luego la cuarta y ahora la quinta—, Cantarrana ha sido un fortín clave en los éxitos del Viveiro. El club celeste completó un curso entero invicto como local en 1998-99, cuando encarriló su quinta y última promoción de ascenso a Segunda B con nueve victorias y diez empates en su estadio, otras dos veces sufrió una única derrota en casa (en el 61 y el 93) y en siete temporadas más solo hubo dos visitantes capaces de ganarle (cursos 60, 62, 66, 89, 90, 95 y 96).
También en su nueva etapa en la Tercera Federación el Viveiro había convertido Cantarrana en una fortaleza, con solo cuatro tropiezos en las dos primeras temporadas tras el retorno a la categoría y tres en el siguiente. Esos datos contrastan con las 16 derrotas vistas por la hinchada celeste en los cursos 2023-24 y 2024-25.