
El norirlandés, que pidió un Uber para rescatar sus antiguas maderas en medio del anterior campeonato, vence en The Players tras el desempate con J.J. Spaun
17 mar 2025 . Actualizado a las 18:39 h.A la fortuna de Rory McIlroy, ganador de cuatro grand slams para un total de 28 torneos del PGA Tour y cinco Ryder Cup, se unió este lunes un cheque de 4,5 millones de dólares (4,12 millones de euros). El premio económico que acompaña al The Players, el evento estrella del circuito americano, el oficioso quinto grande, llegó nueve días después de que desembolsase 910 euros en un Uber antes de la jornada decisiva del anterior torneo, el Arnold Palmer Invitational, para recuperar parte de su antiguo juego de palos. Al día siguiente de abonar los 608 euros de factura y otros 306 de propina, recuperó la confianza y cerró el torneo. A continuación, viajó de Orlando a Ponte Vedra, siempre en Florida, para regalar otras cuatro rondas de golf, y un desempate extra este lunes, plenos de inspiración y apuntarse la victoria en The Players, en Sawgrass, uno de los campos más emblemáticos del mundo.
McIlroy superó este lunes en el desempate al mejor de tres hoyos al estadounidense J.J. Spaun. Al jugador norirlandés le bastó con no cometer demasiados errores ante un rival que hundió sus esperanzas en el lago de emblemático 17 de Sawgrass, el del green en isla, al irse al agua antes de anotar un triple bogey que prácticamente lo dejó sin opciones.
La victoria había comenzado para McIlroy, en cierto modo, el sábado anterior, el día 8 de marzo. Entonces, pidió un Uber para que le llevase sus antiguos palos, el driver y las maderas de calle, desde su casa en Palm Beach hasta Orlando, donde tenía por jugar la última ronda del Arnold Palmer Invitational. Dos horas y media de carrera en la aplicación de viajes con conductor. Al día siguiente recuperó la confianza pera terminar empatado en el puesto 15.
«Vuelvo a con lo que me siento cómodo», razonó McIlroy sobre el Uber y el ajuste que había desvelado su entrenador de putt, Brad Faxon. El norirlandés, de 35 años, viajó luego a Ponte Vedra con sus viejos pero relucientes palos. Dispuesto a que sus recobradas sensaciones se tradujesen en victorias. Dicho y hecho.
El triunfo —que reedita su victoria del 2019 en The Players— reconcilia de nuevo a McIlroy con el golf. Aunque nunca ha dejado de ganar en citas importantes, al norirlandés parecen negársele los títulos de más prestigio desde que celebró en el Campeonato de la PGA del 2014 su cuarto grand slam.
Precisamente un viejo recuerdo prendió la mecha de un insólito incidente en la jornada de prácticas del martes pasado de The Players, según la información publicada por Golf.com y GolfChannel.com. Después de jugar desde el tee del 18, escuchó un reproche desde el otro lado de las cuerdas. Quien se mofaba por parte de su papel en el Masters del 2011, en el que se hundió en los hoyos 9 finales cuando tenía todo a favor, no era un espectador cualquiera, sino el laureado golfista amateur Luke Potter, de la Universidad de Texas, que el día anterior había ganado el torneo John Hayt Invitational, precisamente en Sawgrass, el mismo escenario del quinto grande. Según Golf.com, a continuación Potter fue expulsado del recinto, porque las normas del PGA Tour prohíben a los espectadores «hacer comentarios o gestos groseros, vulgares o inapropiados». Tras el lío, Potter pidió disculpas a todos los implicados. Otra anécdota en la semana que devolvió a McIlroy al primer plano.