El viaje a la Costa del Sol llega en el peor momento: el Leyma debe apurar sus opciones matemáticas de permanencia y, aunque suene a imposible solo debe pensar en este partido, ver donde poder hacerle daño al rival y reducir su eficacia.
Las sensaciones que deja el juego de los naranjas no son las mejores para enfrentarse a un equipo que esta temporada ya ha ganado tres títulos y es serio candidato para alzarse con la ACB a pesar de que haya perdido en los tres últimos encuentros de Liga Endesa.
Los coruñeses se encuentran enfrascados en una espiral de la que solo una victoria ayudaría a salir. El talento ofensivo no ha sido suficiente en esta última parte del campeonato para ganar partidos. Necesita reducir los guarismos de los malagueños, un equipo con una rotación larga donde, a pesar de tener de referentes a Perry, Taylor, Carter o Kalinoski, es mucho más, como ya ocurrió en la ida, subiendo mucho el nivel de juego y esperando a que los herculinos cayeran de maduros.
El ritmo ofensivo y defensivo que va a imponer el Unicaja con ese fondo de armario obligará a un gran esfuerzo físico y mental al Leyma. La duda que nos genera es hasta dónde llegará, exigiéndole al equipo defender la camiseta con el orgullo que se merece.
Epi tiene a todo el plantel disponible a pesar de algún contratiempo a lo largo de la semana —como comentó en la rueda de prensa— y tendrá que decidir convocatoria.
Estas semanas están siendo muy duras, marcadas por los resultados y viendo que esa esperanza de ganar en casa a rivales directos como el Breogán o el Girona se esfumaba, encomendando al equipo a la épica.
Como termine el Leyma este tercio final de competición condicionará el inicio del próximo proyecto. En ACB o en Primera FEB.