Cuando Mario Vargas Llosa ejerció de cronista deportivo en Galicia

La Voz REDACCIÓN

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«Antología de la crítica de fútbol», artículo de Mario Vargas Llosa publicado en La Voz el 21 de junio de 1982, durante el Mundial de España.
«Antología de la crítica de fútbol», artículo de Mario Vargas Llosa publicado en La Voz el 21 de junio de 1982, durante el Mundial de España. Archivo La Voz

El literato, que contó los partidos de Perú en Riazor y Balaídos durante el Mundial 82, asomó por las páginas de la Voz

16 abr 2025 . Actualizado a las 22:31 h.

Aunque la parcela en la que más brilló fue la literaria, Mario Vargas Llosa también dejó la impronta de su afilada pluma en otra disciplina: el periodismo deportivo. Y lo hizo en las páginas de La Voz.

Corría el año 1982 y dos estadios gallegos, Riazor y Balaídos, se engalanaban para acoger los partidos del grupo 1 del Mundial de fútbol, integrado por Italia, Camerún, Polonia y Perú, la tierra natal del literato. Aprovechando la presencia de su país en la Copa del Mundo, Vargas Llosa realizó una serie de crónicas cubriendo los encuentros de la selección. Aquella bicolor en la que ya despuntaba Teófilo Cubillas y de la que ya se había despedido Héctor Chumpitaz.

«Ha sido muy decepcionante. Perú ha jugado por debajo de sus auténticas posibilidades; habitualmente juega mucho más de lo que hoy lo ha hecho», respondía en una pequeña entrevista para La Voz tras el encuentro ante Camerún, que acabó con empate a cero, a la par que explicaba su trabajo como «informador», aunque se definía como un «simple aficionado e hincha del Perú».

De por medio, Vargas Llosa contribuyó a La Voz con un artículo titulado Antología de la crítica de fútbol, en el que instaba a valorar la labor del periodista deportivo como un «instinto poético envidiable para describir los partidos [...] como una hazaña épica o una catástrofe militar». Puedes acceder al artículo aquí.

«En los primeros cincuenta minutos de juego -es decir, hasta el primer tanto polaco-, compadecidos de los millares de peruanos que en las tribunas del Estadio de Riazor de La Coruña sudaban hiel, Santo Toribio de Mogroviejo, Santa Rosa de Lima y la beatita de Humay mantuvieron cerrado el arco que defendía (¿defendía?), con más gritos estentóreos que con actos, el portero Quiroga», escribía el literato en la definitiva derrota de Perú ante Polonia en Riazor (5-1), que eliminó a los sudamericanos del Mundial.

Un aliciente más para el legendario literato peruano, muestra de su alma polifacética desde el primer día hasta el último.