Con todos los grandes, McIlroy afronta liberado el Campeonato de la PGA: «Solo quiero jugar mi mejor golf»

D. A. Barro

DEPORTES

ERIK S. LESSER | EFE

Realizado tras completar los cuatro «majors» en Augusta, el norirlandés encara ajeno a datos y récords el Campeonato de la PGA que empieza este jueves en Quail Hollow

14 may 2025 . Actualizado a las 22:17 h.

Casi desde que Rory McIlroy se enfrentó con 9 años a un programa de televisión con el reto de embocar bolas en el tambor de una lavadora, se ha implicado en desafíos. Bajar de hándicap, lograr un resultado, alcanzar un título, batir una marca. La rutina del niño prodigio hasta hacerse un hombre, hasta convertirse en profesional, hasta ganar un grande, hasta completarlos todos. Esta última cima solo la alcanzaron seis elegidos: McIlroy hace un mes. El golf enfrenta a un jugador a un constante desafío de superación: cada hoyo tiene un par, cada campo un récord, cada escenario una historia que reescribir. La última frontera para McIlroy era ganar en Augusta y completar los cuatro majors, una obsesión que se le llevaba resistiendo once años. Así que ahora, liberado y feliz, quiere —o al menos desea intentarlo— quitarse de la cabeza algunas de las ecuaciones que le llevan rondando toda la vida. De ese modo enfoca el Campeonato de la PGA, que comienza este jueves (Golf en Movistar Plus +, 14.00) en Quail Hollow, en Charlotte (Carolina del Norte).

«He logrado todo lo que soñé cuando era un niño: ser el mejor del mundo, ganar todos los majors. Todo lo que venga a partir de ahora, mientras sea profesional, es un extra. No quiero volver a cargarme con metas. Quiero disfrutar lo que he conseguido, sin presionarme con estadísticas. Solo quiero jugar mi mejor golf», razonó McIlroy, a sus 36 años en una total plenitud y con temporadas y temporadas por delante para rendir al máximo nivel.

La organización del segundo grande del año, que corre a cargo de la PGA de América, la institución que asocia a unos 28.000 profesionales, decidió reunir el primer día en un mismo partido a lo mejor que tenía. Un cruce explosivo, y menos habitual de lo que pueda parecer. Compartirán paseos y felicitaciones por el campo los tres primeros del ránking mundial, por este orden, Scottie Scheffer, Rory McIlroy y Xander Schauffele; o lo que es lo mismo, el más regular, el último elegido del olimpo del Grand Slam y el defensor del título.

Los tres gallos comenzarán su partida a las 14.22, hora española. Juegan en Quail Hollow, uno de los templos del golf de Estados Unidos, pese a ser un campo relativamente reciente, estrenado en 1961. Lo disputan cuatro españoles: Jon Rahm, que nunca ganó el PGA; Sergio García, que tiene dos segundos puestos; Eugenio López-Chacarra, inspirado después de dejar hace unos meses el LIV Golf; y David Puig, que milagrosamente alterna el circuito de capital árabe con otros calendarios de primer nivel.

Nunca un español ganó el Campeonato de la PGA, donde los mejores resultados fueron los segundos puestos de García en los años 1999 y 2008. A Rory ya nadie le pregunta por el grand slam que le falta. Pero ahora, recién completada su epopeya, el desafío en Quail Hollow pasa a manos de Jordan Spieth. Hace ya nueve años que el PGA es su única cuenta pendiente. Este miércoles le volvieron a preguntar por el asunto. Y no dudó: «Si solo pudiese ganar un torneo el resto de mi vida, elegiría este».