La poca decencia del Barcelona y el Madrid en el tema arbitral

DEPORTES

Juan Medina | REUTERS

18 may 2025 . Actualizado a las 17:32 h.

Está acabando la temporada de fútbol, como siempre dejando un reguero de polémica arbitral a sus espaldas. Eso sí, con más debates que nunca porque es difícil entender que, con el filtro del VAR, acciones comparables reciban sanciones diferentes. Y no valen justificaciones grises o residuales. Tampoco cambia una máxima, la de las quejas cuando el resultado no acompaña. Incluso Flick, que lo ha ganado casi todo con el Barcelona y no se ha metido en charcos, se lamentó tras quedar apeado contra el Inter porque el arbitraje, «en las acciones cincuenta cincuenta», a su juicio, acabó inclinándose hacia el lado italiano. Esa reflexión merecería el doble de consideración si hubiese hecho el mismo ejercicio analítico en el partido de unos días antes contra el Celta.

La temporada pasará a la historia por una paradoja que tampoco es nueva. Los que más ruido hacen son el Barcelona y el Real Madrid, a los que se les podría aplicar aquello de que «sempre vai falar o que máis ten que calar».

Al Barcelona le resulta incómodo que le recuerden los pagos cuantiosos durante años a Enríquez Negreira. Si ha sido delito, o no, lo dirá la Justicia, pero el debate ético y el de la decencia no admite discusión alguna. Y lo mismo puede decirse de los vídeos arbitrales de Real Madrid TV, más allá de su cinismo argumental al significar que es un medio de comunicación y no el club el que los elabora. Un medio de comunicación que lleva el nombre del club y que no entra con el mismo detalle en las decisiones que le favorecen. Ni al detalle ni sin él, no entra. Curiosamente, ahí podría decir algo el Celta, recordando el partido de Copa en el Bernabéu.

La atmósfera es cada vez más irrespirable. Pero como no encuentren una salida entre todas las partes, y no es nada fácil, acabará ardiendo Troya. Suele pasar cuando la pasión se come a la razón. En todos los ámbitos.