
El feudo naranja vivió una velada histórica, en la que el Leyma retiró una camiseta en honor a sus abonados y el público coreó a los jugadores
30 may 2025 . Actualizado a las 21:23 h.El Coliseum vivió este viernes su última noche en la Liga Endesa; al menos, por el momento. Pese a que todo el pescado estaba ya vendido y que el horario del partido no era el mejor, la Familia Laranxa no abandonó al Leyma Básquet Coruña en la última jornada. 5.614 fieles estuvieron presentes en el duelo ante el Baskonia, que marcó el final del una campaña histórica.
La última justa de los herculinos en la ACB arrancó con un bonito gesto por parte de la entidad naranja. Tras la protocolaria presentación de los jugadores, en el videomarcador central del Coliseum se proyectó un vídeo de agradecimiento por parte de los integrantes de la plantilla actual y Brandon Taylor, que no abandonó la nave hasta que las opciones de permanencia eran imposibles.
Mientras la grada del feudo coruñés se fundía en una sonora ovación, sobre los videomarcadores de los fondos se erigían dos camisetas del Leyma con la consigna «7.493 grazas. Tempada 24-25», haciendo alusión a los más de siete mil fieles que se abonaron para la temporada de estreno en la Liga Endesa.
Durante el partido, el calor del Coliseum no abandonó a los suyos, que hicieron todo lo posible por despedirse de la élite del baloncesto español con el mejor sabor de boca. Celebró la hinchada el regreso de Trey Thompkins, que volvió a la convocatoria y contó con buenos minutos sobre la pista y recibió al descanso el premio a jugador de la temporada.
Con el final del encuentro estallaron los vítores de la afición, que se abonó a los cánticos de «Epi, quédate». Tras el habitual ritual del Coliseum, los jugadores se despidieron de la afición entre aplausos.
«El equipo se merecía esa ovación. Es el reflejo de la comunión del equipo con la afición. Es muy emocionante, se pone fin a nuestra andadura en la Liga Endesa. Han pasado muchas cosas, pero lo que no se ha perdido ha sido esa unión», admitió Epifanio.
«Esto es un trabajo de pico y pala de mucha gente. Todos han hecho un trabajo magnífico. Yo llegué a un proyecto que ya estaba muy bien, y eso ha tenido una repercusión magnífica en lo social. Lo que se vivió el año pasado no es casual», dijo el técnico, que tuvo que contener las lágrimas. Tras una rueda de prensa muy emotiva, en la que Epi agradeció a todo su cuerpo técnico por el trabajo, no despejó su futuro, pero sus palabras sonaron a despedida.
Asimismo, la entidad confirmó tras el partido que el club lleva más de 2.800 reservas de abono de cara a la próxima temporada, en la que disputará la Primera FEB. Para continuar en el Coliseum, el equipo naranja deberá alcanzar alrededor de los 4.000 abonados.