
El equipo liderado por Shai Gilgeous-Alexander logra el primer anillo para su ciudad en un séptimo partido ante los Pacers marcado por la grave lesión de Tyrese Haliburton
23 jun 2025 . Actualizado a las 12:27 h.Los Oklahoma City Thunder se proclamaron por primera vez campeones de la NBA tras imponerse en el séptimo partido de las finales a los Indiana Pacers (103-91). Si bien la franquicia ya lo había conseguido anteriormente en 1979 bajo el nombre de Seattle SuperSonics, este es el primer trofeo que los aficionados de la ciudad de Oklahoma logran ver. La serie fue un David contra Goliat, pero en la que el equipo dominador de la temporada superó con apuros al que estaba siendo el matagigantes.
El quinto séptimo partido de una final de la NBA en lo que va de siglo estuvo marcado por la lesión de Tyrese Haliburton. Los Pacers estaban siendo la revelación de esta campaña y Haliburton el alma de un equipo ilusionado por conseguir su primer anillo. Apenas habían pasado cinco minutos del primer cuarto y la estrella de Indiana llevaba ya nueve puntos, pero tras una mala pisada, Haliburton se rompió el tendón de Aquiles de su pie derecho. El jugador se marchó entre lágrimas del que podía haber sido el partido de su vida y estará alejado de las pistas alrededor de un año.
Esta baja desequilibró por completo la final, además del factor cancha, puesto que los Thunder jugaban en casa y veían cómo el Paycom Center estaba volcado con ellos. Al descanso, los Pacers lograron irse por delante, pero tras la reanudación echaron de menos a su estrella. La gran actuación defensiva de Oklahoma, las múltiples pérdidas de los visitantes y los ánimos de la afición pusieron con mucha ventaja a los Thunder. El último cuarto fue casi un paseo en el que llegaron a estar 22 puntos arriba y en el que el cronómetro pasaba muy despacio para unos aficionados y jugadores impacientes por lograr el ansiado título.
El éxito de los Thunder se produce tras años de construcción de una plantilla que este año acabó líder indiscutible en la Conferencia Oeste y en general en la temporada regular con 68 victorias y 14 derrotas. Su principal estrella, Shai Gilgeous-Alexander, ha sido determinante durante todo el curso. Aun así, la consecución de este logro no ha sido solo cosa de un jugador, sino más bien un quinteto que funcionaba como un perfecto engranaje y un banquillo que ofrecía muchas alternativas.
Muchas franquicias que dominan la temporada regular no siempre son capaces de hacer unos buenos 'playoffs'. Este no ha sido el caso de OKC, que barrió a los Memphis Grizzlies y después superó a los Denver Nuggets de un monstruoso Nikola Jokic. En las finales de conferencia casi ni sufrieron contra los Minnesota Timberwolves y en la final frente a los Pacers pasaron apuros, más por la narrativa impecable que tenía su rival que por ser superados en nivel de juego.
Estos Thunder no son aquel equipo tan vistoso de 2012 con Russell Westbrook, Kevin Durant, James Harden y Serge Ibaka, que perdieron ese año la final contra los Miami Heat. Sin embargo, son capaces de sacar adelante muchos partidos en sus días menos brillantes y eso les ha convertido en un equipo mucho más peligroso. En los rostros de los jugadores se veía tranquilidad a pesar de la tensión del momento, pues estaban convencidos de que iban a ganar, y eso también es mérito de su entrenador, Mark Daigneault.
Shai, MVP de la final La temporada de los Thunder a nivel colectivo ha sido impecable, pero lo que ha hecho Shai Gilgeous-Alexander es algo legendario. Este año ha sido MVP de la temporada regular y máximo anotador de la misma (32,7 puntos por partido). Además, ha conseguido el MVP de la final y el título de la NBA. En toda la historia, solamente tres jugadores habían logrado estas cuatro cosas en un mismo curso. Kareem Abdul-Jabbar en 1971, Michael Jordan en 1996 y Shaquille O'Neal en el 2000. Shai se ha unido a este prestigioso grupo de leyendas con tan solo 26 años.
El jugador mejor valorado de la NBA acabó el partido decisivo con un 29/5/12 en el que estuvo implicado por completo con su equipo. Las 6,4 asistencias que promedia en la temporada demuestran que no solo es un gran anotador, sino que es solidario con su equipo y que no necesita finalizar todas las jugadas para lograr los registros de puntos que ha conseguido. Ahora queda ver si este jugador podrá batir sus propios números más adelante.