Bouzas despide un histórico Wimbledon

DEPORTES

ADAM VAUGHAN | EFE

La arousana cae en octavos de final en dos ajustados sets ante la rusa Samsonova tras llevar al tenis femenino gallego al techo de su historia

07 jul 2025 . Actualizado a las 22:55 h.

La rusa Liudmila Samsonova, número 19 del ránking WTA, liquidó en dos sets el sueño de Jessica Bouzas sobre la hierba de Wimbledon. Los octavos de final son el nuevo techo para la gallega que más lejos ha llegado en la fase final de un grand slam. Jessica exhibió su enorme potencial y tuvo en su puño una meta mayor. Le faltó la pizca de acierto y de fortuna que dirimen los momentos de la verdad. Cayó por un apretado doble 7-5.

A Samsonova le habían quebrado solo cuatro veces en este torneo. Bouzas eligió empezar al resto. No tardó en poner sobre la hierba su carta de presentación. Dos puntos de ruptura en el primer juego. Cazó el último. Mantuvo su servicio luego. Con el respetable acomodándose al asiento, la arousana ya se había puesto en ventaja. En menos de dos minutos, Bouzas puso el 1-3 con un juego en blanco. Giró el puño al aire. Nada hacía presagiar su cartel de novata en estas lides. La rusa se movía lateralmente, a rebufo. En el sexto juego disfrutó de su primera bola de rotura. Bouzas la aplacó de revés. Pero dos puntos consecutivos de Samsonova devolvieron el equilibrio.

Quedó inaugurado el intercambio de zarpazos. Jessica recuperó la iniciativa con otra rotura. Cuando sacó para escaparse, Samsonova hizo el 4-4 con otro break. La ventaja del saque se había vuelto un espejismo. La arousana volvió a restar con profundidad, agresiva, llevando la pelota a los pies. Fue la cuarta rotura consecutiva, al filo del precipicio de un set que Bouzas sintió en el bolsillo. Con su servicio tuvo dos bolas de ventaja para llevárselo. Pero ahí los nervios asomaron. Primero con una dejada que flojeó hasta pegarse a la red. Luego, con una inoportuna doble falta. La tercera de Jessica. Letal. Cuando quiso recuperarse, Samsonova había puesto ya el partido boca abajo. A la gallega le quedaba solo la opción de llevar el set al tie-break. Su porcentaje de primeros había caído del 80 % al 65. Aquellas dos bolas de set seguían haciendo eco. Bouzas llevó al límite el juego que le otorgaba el derecho al desempate. Pero no fue capaz de materializarlo. En 50 minutos, Samsonova cerró en 7-5 el primer set.

Bouzas es lidiadora. No se aplaca en la adversidad. Cuando cumplió los 16 años, se tatuó las letras «SHH» en el interior de un dedo. «Hay muchas personas que te dicen que no puedes hacerlo, eres tan mala, no tienes tenis. Cuando hacía algo bueno, para estas personas es como callarse». El devenir del primer set pudo encogerla y pesarle en los brazos. Pero no. Jessica recuperó confianza con su saque y apretó a Samsonova. Le fue buscando las cosquillas con perseverancia. Dos bolas de break al segundo servicio de la rusa. Otra en el tercero. Tres más con el 5-5. Pero por algo dicen que los cementerios están llenos de buenas intenciones. A Bouzas le faltó el gatillo que le dará la experiencia. Se le escaparon 9 de sus 12 pelotas de ruptura. Apenas aprovechó el 25%. Samsonova, el 60%. Fue la diferencia. La arousana vuelve habiendo dado otro paso más. Y no cualquiera. Nadie ha llegado ya más lejos que ella.