
El neerlandés le arrebata el amarillo a Pogacar tras una etapa que ganó escapado el irlandés Ben Healy
10 jul 2025 . Actualizado a las 21:09 h.Julio de 1964 en el Puy de Dôme. Jacques Anquetil y Raymond Poulidor, en imágenes en blanco y negro, pugnan en la subida. Chocan sus hombros en el marcaje estrecho perseguidos por media docena de motos. Nadie lleva casco, ni ciclistas ni motoristas, ni paquetes. Solo el gendarme que trata de ordenar el tráfico desde su vehículo. Vocifera Jean-Paul Brouchon en Radio France. Poulidor se cansa y se va, lleva 56 segundos de retraso en la clasificación. Por delante han llegado ya a la meta Julio Jiménez y Bahamontes. Quedan 800 metros y parece que, por fin, podrá cumplir el sueño y vestirse de amarillo en el Tour. Entra por delante Poulidor, retrasado Anquetil, que le pregunta a su director: ¿Cuántos segundos le saco? Catorce es la respuesta: «Me sobran trece». 61 años después el nieto de Poulidor, Mathieu Van der Poel, puede reivindicar de nuevo la figura de su abuelo.
A su abuelo le faltaron catorce segundos para doblegar a Anquetil, a él le dicen que le sobra uno para volver a vestirse de amarillo, aunque sea por poco tiempo, y no parece feliz, sino agotado. Sube al podio con cara de querer estar ya en el hotel recibiendo masaje. No como Ben Healy, irlandés de greñas rebeldes, barba descuidada, cuerpo parco de ciclista, piernas de acero y pedaladas como coces. Es un cazador de etapas. En la Itzulia ganó la jornada que Pello Bilbao había diseñado para intentar llevársela en su pueblo, Gernika. Su lógica fue aplastante: «Si era una etapa para él, también la podía ganar yo».
Cuando arrancó nadie tuvo fuerzas ya para seguirle. El irlandés de Birmingham fue amasando su triunfo mientras Van der Poel, que parecía indestructible, sufrió casi tanto como en Harrogate, en el Mundial del 2019, cuando una pájara brutal en la última vuelta le distanció a once minutos del ganador. Pero le sobró un segundo para vestirse de amarillo. «Si Pogacar y Vingegaard van a fondo el viernes será difícil para todo el pelotón seguir el ritmo, pero nunca se sabe. Simplemente voy a disfrutar de otro día de líder».