Alcaraz: «Quizá me apunte lo que hice mal, con derrotas como la de hoy también se forma un gran campeón»

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El español admite sus errores ante Sinner, que rompe una racha de cinco derrotas en los enfrentamientos directos, y la competencia entre ambos se eleva a la categoría de histórica a pesar de su juventud
14 jul 2025 . Actualizado a las 08:35 h.«¿Vas a volver?». La pregunta pareció tan retórica que a Carlos Alcaraz le dio una risa nerviosa. Llevaba más de dos horas sin sonreír. Un síntoma de que la final no había enfilado territorio de su agrado. «Quiero seguir disfrutando en esta pista y regresaré el año que viene. Wimbledon es el torneo más bonito que tenemos en el circuito. Me encanta el ambiente», respondió. El público le regaló otro aplauso atronador, como el que había recibido apenas unos instantes antes. Alcaraz recogió de manos de Kate Middleton el trofeo de perdedor. No caía en esta pista desde el 2022. Hizo una reverencia y se quedó casi medio minuto charlando con la Princesa de Gales. El All England Club lo ovacionó como a una estrella.
«Es difícil perder, pero tengo que felicitar a Jannik hoy y cada semana. Mereces el triunfo por todo el buen tenis que practicas. Estoy muy contento por ti y me alegro de crear esta rivalidad contigo». Sinner deshizo su rostro impertérrito y devolvió un gesto de agradecimiento. Alcaraz pidió un turno de palabra extra cuando el micrófono se dirigía al discurso del ganador. «Gracias al Rey de España por coger un avión y venir a apoyarme. Para mí es un honor que esté aquí». Felipe VI presenció la final en la grada.
«Controlé mis nervios»
Sinner se entretuvo acariciando y besando su primer trofeo de Wimbledon. Pero, hasta en la euforia, el italiano transmite un exceso de mesura. Empezó dirigiéndose a su rival: «Has hecho un torneo increíble y creo que tenemos los mejores equipos del mundo. Gracias, Carlos, por ser el jugador que eres. Es muy difícil jugar contra ti. Me voy a quedar este trofeo que tú ya tienes dos». Guiño de un aliviado Jannik. «Emocionalmente, tuve una derrota muy dura en París, pero no importa cómo ganes o pierdas. Hay que aprender de lo que hiciste mal y tratar de volver. Aceptamos la derrota y seguimos trabajando, y por eso estoy con este trofeo ahora. Estoy sano y tengo buena gente al lado. En el último juego serví muy bien. Estoy contento por eso. Al mejor de cinco sets, cada momento puede ser crucial y controlé mis nervios», admitió el de San Cándido.
Ya en la sala de prensa, Alcaraz fue autocrítico: «Saco muchas cosas que tengo que mejorar de hoy. Nunca he sido de después de perder, apuntar lo que he hecho mal, pero hoy tengo las cosas tan claras que quizás me las apunte. Con derrotas como la de hoy también se forma un gran campeón. Ahí es donde más se puede aprender. He regalado muchas bolas con el segundo servicio. No se puede ganar siempre, hay que aceptar que el otro jugador de vez en cuando puede ser mejor que tú. Hay que salir contento y orgulloso y a por la siguiente. Ahora estoy en una posición en la que acepto lo que me llega de la forma que me llega. He perdido una final en un grand slam, pero estoy orgulloso de haber llegado», admitió. «No me sorprendió el nivel de Jannik, sé que es un campeón». Probablemente, no tarden en encontrarse.
De superar los octavos con dos sets en contra por la lesión de Dimitrov, a ser el primer italiano que gana Wimbledon
24 partidos después, Alcaraz volvió a paladear la amargura de una derrota. Lo hizo ante el número uno del mundo en otra final vibrante. Sinner tenía un pie fuera del torneo en octavos de final cuando iba dos sets abajo (6-3, 7-5 y 2-2) y la lesión de Dimitrov apareció en forma de milagro. «No es una victoria, es un momento desafortunado. Se merecía jugar la siguiente ronda», dijo entonces Jannik. Wimbledon lo dio una segunda oportunidad que no desaprovechó.
Sinner levanta su primer grand slam lejos de la pista rápida y deja en 20 la racha de triunfos consecutivos del español en La Catedral. «Nunca me hubiera imaginado estar aquí cuando era joven, estoy viviendo un sueño», añadió Jannik, que se convierte en el primer jugador italiano que gana Wimbledon.
En el capítulo de agradecimientos, Sinner apeló al humor para referirse a su hermano mayor, Mark. «Es increíble que esté él aquí porque no hay fórmula 1, por eso está». En la final de Roma, que perdió ante Alcaraz, Jannik le dedicó a Mark un comentario jocoso. «Un agradecimiento especial a mi hermano, que en lugar de estar aquí decidió ir a ver la fórmula 1 en Imola». Mark Sinner nació en 1999 en Rostov y fue adoptado cuando apenas tenía nueve meses por Hanspeter y Siglinde Sinner, los padres de Jannik, que nació dos años después. Esta vez no echó a nadie de menos en la foto.