Adrián Orjales, arquero invidente valdoviñés: «Una pieza del visor que uso vale 300 euros y las ayudas son de 400»

Laura Allegue / E.B FERROL / LA VOZ

DEPORTES

KIKO DELGADO

Acudirá en septiembre al Campeonato del Mundo en Corea y reivindica más recursos para el deporte adaptado de alto nivel

31 jul 2025 . Actualizado a las 12:10 h.

Adrián Orjales, arquero invidente del Club A Frouxeira de Valdoviño, se consolidó como una de las grandes promesas del tiro con arco adaptado. Este joven gallego conquistó medallas, récords y se ganó el respeto del deporte internacional. Pero más allá de los títulos, su historia es la de un entorno que lo arropa y un club que confió en él desde el principio.

—¿Cuándo empezó en este deporte y cómo fue el inicio?

—En el 2017 yo estaba estudiando en el CPI Atios de Valdoviño y vinieron dos miembros del Club Arco A Frouxeira a hacer una demostración del deporte. Fue una de las primeras veces que yo participé en una actividad, porque ellos mismos vinieron y me pusieron el arco en las manos. Me enseñaron cómo se tenía que hacer y me facilitaron mucho el trabajo. Eso hizo que me entrara el gusanillo y contacté con amigos que estaban en el club y me acogieron genial desde el principio. De hecho, hoy en día sigo en el mismo club compitiendo y además soy el presidente.

—¿Cómo es el sistema de tiro adaptado que emplea?

—Yo apenas veo sombras y al principio nos guiamos mucho por el método que usaban en países como Francia o Bélgica. A raíz de eso, mis entrenadores diseñaron un sistema de visor táctil que tiene un localizador de pies que me permite saber el lugar donde me tengo que colocar. Además cuenta con una bola sujeta por un trípode, que tengo que buscar al elevar el arco y eso me ayuda a saber que estoy apuntando bien. El resto ya depende de la concentración y técnica como el resto de arqueros.

—¿Cuáles fueron las principales barreras que encontró?

—La falta de información al principio fue algo que me perjudicó, pero la peor barrera es la falta de recursos. Para fabricar una pieza del visor yo igual pago 300 euros y las ayudas que me dan son de 400 por ser deportistas de alto rendimiento, así que no son suficientes. Al ser un deporte minoritario y adaptado entiendo que es complicado porque no genera mucho interés, pero faltan patrocinios y valoración hacia la disciplina, así que si eso no se consigue no podemos avanzar. Pero yo creo que es la representación de que todo se puede conseguir si quieres hacerlo y siempre es importante intentarlo y demostrar hasta donde puedes llegar.

KIKO DELGADO

—¿Qué le supone poder representar a España en el Campeonato del Mundo en Corea en septiembre?

—Es muy importante y significativo, sobre todo porque Corea es la cuna del tiro con arco. Ahora estoy trabajando con Anxo, mi entrenador, tanto la parte física como mental para intentar llegar lo más alto posible. De hecho, en verano no paramos porque cada vez que lo hacemos perdemos mucho y estamos entrenando sobre dos o tres veces por semana. Así que es una experiencia que quiero vivir porque yo creo que es algo que no te crees hasta que lo haces y es un honor poder representar a España allí.

—¿Cómo son los entrenamientos con Antonio, otro arquero invidente del Club A Frouxeira?

—Él vino a probar en unas jornadas que hicimos y le encantó porque le hace sentirse muy realizado. A partir de ahí, empezó a entrenar con Anxo también y con su constancia va a conseguir llegar a sitios importantes seguro. Él no tiene ninguna referencia visual y eso es más exigente así que cada uno tenemos un poco nuestra ruta, pero solo tengo buenas palabras hacia él y con su trabajo va mejorando día a día.