Fernando Alonso, tocado de la espalda, deja un viernes inesperadamente prometedor

David Sánchez de Castro MADRID / COLPISA

DEPORTES

AFP7 vía Europa Press | EUROPAPRESS

El piloto asturiano se perdió los primeros libres por una lesión, pero en los segundos marcó un quinto puesto que refrenda a Aston Martin con el cuarto de Lance Stroll

01 ago 2025 . Actualizado a las 22:07 h.

Cuanto peor, mejor. Este clásico moderno de los silogismos es la mejor forma de definir el primer día de trabajo en Budapest. Aston Martin fue la sorpresa de los libres de un viernes que parecía que iba a ser muy de carril, en el que los entrenamientos libres iban a dejar una anodina jornada de tandas de clasificación y carrera sin más. Y así fue, si se miran los primeros colocados en la tabla de tiempos, con los McLaren como se preveía siendo los más rápidos de sobra y Charles Leclerc como único perseguidor.

El día empezó con un buen sobresalto a media mañana, instantes antes de que comenzara la primera sesión de la jornada. Aston Martin comunicaba de manera pública que no iba a poder contar con Fernando Alonso en los primeros libres. El motivo, oficialmente, es que el asturiano lleva arrastrando molestias musculares en la espalda desde el Gran Premio de Bélgica, el del último domingo, lo que implica que posiblemente pasara su 44 cumpleaños bajo los cuidados de su fisioterapeuta —y cuñado— de confianza, Edoardo Bendinelli.

El asturiano, pese a que este jueves cumplió sin mayores dificultades con los compromisos con los medios, amaneció este viernes con molestias aún, lo que hizo que Aston Martin se viese obligado a dejarle fuera de los primeros ensayos. En su lugar, salió a pista el brasileño Felipe Drugovich, el probador y piloto reserva, que para eso está.

La participación de Alonso ya no solo en los segundos libres sino el resto del fin de semana quedó a expensas de cómo evolucionaran esas molestias y si el tratamiento médico al que le someterían iba a resultar efectivo o no. Sin embargo, y pese al contratiempo inicial, Alonso salió a pista. No sin dificultades y después de haberle hecho una pequeña adaptación en el asiento de su AMR25, el asturiano pudo rodar en los segundos libres para ensayar de cara al resto del fin de semana.

El quinto tiempo con el que acabó el asturiano fue sorprendente, aunque no tanto como ver a su ínclito compañero, Lance Stroll superándole por delante. El rendimiento de los coches verdes hizo levantar muchas cejas este viernes, toda vez que las novedades en Spa no parecían que iban a funcionar y, de hecho, por la mañana dejaron bastantes dudas. Sin embargo, por la tarde y en condiciones mucho más parecidas a las que se verán -lluvia mediante- el domingo en carrera.

Más allá del tiempo, ya que habría que ver en qué condiciones de combustible se realizaron esos tiempos, para Alonso le empieza a urgir las vacaciones. «Hicimos una resonancia para ver qué era exactamente y tenía una pequeña lesión en el lumbar izquierdo, así que limitamos un poco los kilómetros en el fin de semana e hicimos cambios en el asiento con bolsas de aire que se pueden hinchar o deshinchar para encontrar más comodidad», explicó. En este sentido, y pese al contratiempo, espera que no se le reproduzcan esos dolores, ya que los pudo controlar en la segunda parte de este viernes. «Necesito algo de descanso, pero el parón de verano ya llega así que quedan dos días tratando de encontrar algo de comodidad en el asiento», se resignaba.

Verstappen tira la toalla, literalmente una de las imágenes de este viernes fue la de un extraño objeto en medio de la pista que lanzó Max Verstappen desde su Red Bull. El tetracampeón, que el jueves tuvo que salir al paso de los rumores que le vinculan a Mercedes, se quitó de encima una toalla que le habían dejado dentro del cockpit, algo que le propició una reprimenda de los comisarios y ya.

Más allá del incidente en sí, es toda una muestra de en qué situación se encuentra el campeón reinante. Verstappen no ha comenzado bien en Hungría, aunque todo puede cambiar este sábado durante la clasificación. El rendimiento que están mostrando los McLaren esta temporada es tan superior que más recuerda a lo que hizo él mismo en el pasado, por lo que es muy consciente de que ya no va a poder hacer mucho.

Solo la eventual pelea entre los propios pilotos de Woking -que casi se chocan en un absurdo adelantamiento muy arriesgado en los segundos libres- puede darle una oportunidad. Por eso es más literal que figurado ese lanzamiento de toalla, porque Verstappen nunca se va a rendir mientras las matemáticas le den posibilidad.