La burbuja aislada de los Juegos Mundiales

DEPORTES

Edgar Su | REUTERS

10 ago 2025 . Actualizado a las 17:23 h.

Si lo pensamos, hay pocas situaciones en las que se puedan ver colgadas juntas las banderas de Irán y de los Estados Unidos, en las que unos escuchen en pie el himno de los otros. En las que un ruso y un ucraniano puedan lanzarse a un combate, respetar las reglas, aceptar con deportividad el resultado y saludarse con respeto al finalizar. Esa es algo que vivimos ayer en el pabellón donde se celebra la competición de kárate.

Tal vez, solo tal vez, aún hay esperanza para el mundo. Habría que dejar a las personas ser eso, personas, sin comandos o directrices sectarias, y respetar los valores del deporte. Disciplina, autocontrol, respeto… Aquí metidos, parece que estuviéramos en una burbuja aislada de lo que ocurre fuera. Es como una cura relajante. En principio, nada que ver con un monasterio o un centro de meditación y, a la vez, muy parecido. Tal vez a eso es a lo que se refiere el lema de estos Juegos cuando habla de «maravillas sin límite».

No todo es perfecto, por supuesto. El deporte, como la vida, tiene sus riesgos. Ayer, el intenso calor y la elevada humedad caracterizaron la prueba de distancia media de Orientación que se celebró en los alrededores de la aldea de Gaota, al sur de Chengdu. En esas condiciones, habíamos planteado incluso que hubiera puntos de parada obligatoria de refresco con vaporizadores de agua helada, pero la reglamentación de la Federación Internacional de Orientación no lo hace obligatorio, y por lo tanto, la organización finalmente no los preparó.

El trazado de los recorridos componía un terreno exigente compuesto, principalmente, por campos y una densa red irregular de senderos estrechos y embarrados con vegetación densa. Una verdadera selva tropical, que se cobró factura. Varios atletas tuvieron que abandonar la prueba por cuadros de mareo que, afortunadamente, no fueron a más. Pero un corredor italiano colapsó en una zona en la que no era visible. Por desgracia, cuando su entrenador comprobó que la señal de su GPS se mantenía estática y habló con los equipos de auxilio, tardaron un tiempo en lograr llegar hasta él y lo encontraron ya en coma. Trasladado al hospital entre hielo, para tratar de bajar su temperatura, permanece todavía en la uci. Sufrió lo que se llama un «golpe de calor».

Un enemigo temible de los deportistas en lugares cálidos y húmedos. El golpe de calor es una elevación incontrolada de la temperatura debida a un fallo de los mecanismos termorreguladores que no logra evaporar sudor en cantidad suficiente como para permitirle mantener la temperatura dentro del rango fisiológico. Puede suceder debido a la exposición a altas temperaturas, sobre todo si se acompaña de actividad física prolongada.

Es una verdadera emergencia médica con una tasa de mortalidad muy elevada (dependiendo de su gravedad, oscila del 20 al 60 %) que acaba provocando un fallo multiorgánico caracterizado por disfunción del sistema nervioso central, con edema cerebral, fallo hepático, rabdomiólisis (es decir, destrucción muscular), fracaso renal, inflamación vascular y coagulopatía.

Como es lógico, ese accidente ensombreció el desarrollo de los Juegos que, por otra parte, están haciendo honor a su lema. La diversidad de deportes, su viveza, el colorido, la enorme destreza de los deportistas y la tensión y a la vez la alegría que se respiran, habrían despejado cualquier atisbo de duda que cualquiera pudiera tener sobre el nivel que se puede ver aquí.

Desde luego, es una experiencia embriagadora: no sabes a dónde mirar, a qué acudir, no quieres perderte nada. Y sin embargo, hay que elegir. Los resúmenes diarios del canal olímpico o del propio canal de los Juegos ayuda a compensar un poco lo no vivido en directo. No es lo mismo, pero menos da una piedra.