
El guardameta demostró ante el Mallorca que puede adaptarse a las características del juego azulgrana
20 ago 2025 . Actualizado a las 12:50 h.Joan García se ha adaptado a la perfección al Barcelona. El nuevo meta azulgrana, procedente del Espanyol, debutó en partido oficial contra el Mallorca y lo hizo en un encuentro cómodo, sí, pero en el que pudo demostrar que tiene todas las cualidades para ser un portero que ofrezca seguridad al proyecto de Hansi Flick. Ha caído de pie en el campeón de Liga y ni siquiera todo el ruido procedente de su inscripción ha desestabilizado a un cancerbero que puede ser el elegido para la próxima década.
«Es un poco distinto a lo que venía haciendo, pero me siento muy cómodo. Me siento bien», afirmó Joan García tras la disputa del Trofeo Joan Gamper hace apenas diez días. En ese encuentro, ante el Como, la afición azulgrana pudo conocer de primera mano las virtudes de un portero que lleva tiempo trabajando para adaptarse al sistema del Barcelona. Y es que pasar del Espanyol al club culé era mucho más que un paso complicado por la rivalidad ciudadana. Era también un cambio en el modelo de juego para un cancerbero poco acostumbrado a ser protagonista con los pies.
En el Espanyol fue protagonista la pasada temporada, pero lo fue por sus grandes intervenciones bajo palos. Nadie paró más balones que el meta de Sallent (146). Ni siquiera Sergio Herrera (132) o Dmitrovic (104). Él fue el rey en una lista en la que los porteros del Barça sumaron entre los tres 71 intervenciones, menos de la mitad. Esto quiere decir que Joan García se deberá acostumbrar a ser menos protagonista durante los partidos y a mantenerse enchufado para ser decisivo cuando toque, es decir, a ser un portero de equipo grande.
Eso lo ha podido experimentar ya en sus primeros partidos como guardameta azulgrana. Contra el Mallorca asistió desde la portería a muchos minutos de claro dominio bermellón, acentuados por la inferioridad numérica del rival, y aún así apareció cuando los de Flick le necesitaban. Realizó varias intervenciones y transmitió la seguridad necesaria para que el equipo pudiera jugar a muchos metros de la portería, otro hándicap al que debe adaptarse para estar atento y ejercer de cortafuegos en caso de un balón a la espalda de los centrales. Esos primeros automatismos Joan García los ha cogido a la perfección y empieza a ser una garantía.
Fiable con los pies
Otro aspecto que Joan García debía tener en cuenta era que ahora debía ser un jugador más de campo. Es una característica indispensable para jugar como portero del Barcelona, se entrena desde las categorías inferiores, y el ex del Espanyol ha debido mejorar en ese apartado en un tiempo exprés. Ya contra el Como se pudo ver varias acciones en las que supo sortear la presión rival y contra el Mallorca también ganó aún más confianza con 16 pases completados sin fallo, una muestra más de su mejoría en la toma de decisiones y también a nivel técnico. Joan García ha caído de pie en el Barcelona y cada partido parece más asentado en el once de Flick.