
El duelo entre Real Madrid y Oviedo pone frente a frente a Xabi y Cazorla, dos figuras que hicieron historia compartiendo vestuario en la selección española
23 ago 2025 . Actualizado a las 19:36 h.Veinticuatro años después, el Carlos Tartiere vestirá sus mejores galas este domingo para acoger de nuevo un partido de Primera. Y no se trata de uno cualquiera. El Oviedo recibe ni más ni menos que al Real Madrid, un gigante en proceso de reconstrucción que, tras derrotar sin brillo a Osasuna en el estreno liguero, afronta su primera salida en el campeonato visitando la guarida del recién ascendido.
El duelo, una fiesta por todo lo alto para la sufrida hinchada carbayona, viene marcado por el reencuentro de dos figuras que hicieron historia compartiendo vestuario y que ahora afrontan un curso ilusionante desde posiciones diferentes y con objetivos que no pueden ser más dispares. Xabi Alonso y Santi Cazorla coincidieron sobre el césped en 41 partidos de la selección española.
Un total de 1.759 minutos de coexistencia entre dos genios con distintas cualidades, pero cuya aportación resultó fundamental para que La Roja conquistase las Eurocopas de 2008 y 2012. El vasco sumó también a su palmarés el Mundial de 2010, un torneo que el asturiano se perdió a causa de una lesión en la espalda. «Ha sido una época complicada, sobre todo porque hubo momentos de incertidumbre en la recuperación y eso fue lo más duro», confesaba el por entonces futbolista del Villarreal.
«Siempre he dicho que no haber podido acudir al Mundial de Sudáfrica por la lesión de espalda era la espinita que tenía», remarcaba tras ser alistado por Vicente del Bosque cuatro años después para la Copa del Mundo celebrada en Brasil, a la que llegó con la FA Cup que ganó con el Arsenal bajo el brazo, pero en la que vio cómo se acababa un ciclo dorado para el combinado nacional del que fue pieza clave. De aquellas vivencias le quedó a Cazorla un gratísimo recuerdo de Xabi Alonso, al que considera «un referente».
Con su viejo compinche charló hace meses, cuando el guipuzcoano todavía estaba al frente del Bayer Leverkusen pero su nombre ya sonaba con fuerza para el banquillo del Chamartín. «Sí que hablamos del Real Madrid en la videollamada, pero el cabrón no dijo nada», reveló esta semana en los micrófonos de El Larguero. «Va a ser un grandísimo entrenador», auguró sobre quien fuera su socio de fatigas. «Me ayudó muchísimo y jugar con él ha sido un privilegio», remarcó.
También Xabi Alonso repartió flores a su antiguo camarada. «De Santi tengo un recuerdo espectacular, como jugador y compañero. Se ve lo respetado que es, el cariño que le tiene la gente, y luego futbolísticamente es un jugador excepcional», reseñó en la víspera del reencuentro.
Un verano agitado a sus 40 años, Cazorla es el corazón de este Oviedo que ha tenido que hacer encaje de bolillos para reforzar la plantilla. Solo ha gastado 3,5 millones de euros, pero ha remodelado a fondo su plantel. Pagó 2 millones por Luka Ilic y 1,5 por Ilyas Chaira. El resto de incorporaciones han llegado libres o a préstamo.
Los últimos en ponerse a las órdenes de Veljko Paunovic han sido Eric Bailly, Josip Brekalo y Leander Dendoncker. El centrocampista belga, procedente del Aston Villa, es el que tiene más opciones de entrar directo al once de cara a un partido que en Oviedo llevan esperando casi un cuarto de siglo.
La última visita del Real Madrid al Carlos Tartiere se saldó con un 0-4 a favor de los blancos en la segunda ronda de la Copa del Rey 2002-03. El precedente más reciente en Liga se remonta a un año antes, cuando el Oviedo logró un meritorio empate a uno. Radomir Antic se sentaba en el banquillo local y uno de sus pupilos con mayor peso en el equipo era Paunovic. Corría la penúltima jornada del campeonato y esas tablas no sirvieron para impedir el descenso a Segunda del Oviedo.
Aquel fue el preludio de una larguísima travesía por el desierto que llevó al club asturiano a pasar doce años en la categoría de plata, otros ocho en Segunda B y cuatro más en Tercera. Ese valle de lágrimas ha dejado paso a la esperanza por parte de una parroquia que aspira a que su equipo deje una buena imagen frente al Real Madrid tras un estreno en La Cerámica que estuvo marcado por el penalti que falló Salomón Rondón con 0-0 en el marcador y la expulsión de Alberto Reina previa a los dos goles que dieron la victoria al Villarreal.
Para el Real Madrid, que recupera a Rüdiger pero sigue teniendo en el dique seco a Bellingham, Camavinga, Mendy y Endrick, será otra oportunidad para seguir profundizando en los nuevos conceptos tácticos que ha implementado Xabi Alonso tras una puesta de largo frente a Osasuna que ofreció lecturas positivas en lo tocante al orden defensivo y la presión alta, pero que dejó más dudas en ataque. Mastantuono y Brahim se juegan un puesto arriba mientras Rodrygo sigue en la rampa de salida.