Dembélé y Lamine Yamal: el fútbol es de los «diferentes»

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Benoit Tessier | REUTERS

22 sep 2025 . Actualizado a las 23:08 h.

Machacado por las lesiones y los memes durante seis temporadas en el Barcelona, pocos cuestionaron en el 2023 la venta de Ousmane Dembélé al PSG por 50 millones, una tercera parte de lo que el Barcelona había pagado por él. Lamine Yamal, al que aun se le achacan pecados de juventud, tenía 15 años cuando se produjo ese traspaso.

Hijos de la emigración, criados en familias humildes y barrios populares de París y Barcelona, el fútbol pronto se convirtió en su principal vehículo expresivo. Con una pelota en los pies aprendieron a reivindicarse capaces de todo, nadie es más que ellos en un campo de fútbol o un parque.

Su condición de «diferentes» es oro en los minuciosos sistemas de Luis Enrique y Hansi Flick, dos de los entrenadores con mayor personalidad e intervencionismo en lo táctico. Solo ellos son capaces de saltarse el guion para explorar nuevas vías al triunfo cuando el rival neutraliza el plan de partida.

Tras perder la compañía de Mbappé, Dembélé prácticamente triplicó su producción de goles y asistencias para guiar por fin al PSG a la gloria en Europa. Yamal dejó noches para el recuerdo con España y el Barcelona y la irresistible sensación de que lo mejor todavía está por venir. El fútbol es de ellos, de los que se saltan el guion.