
El equipo de Valverde, que rotó pensando en el Mallorca, creció en la segunda mitad pero volvió a dar la impresión de que la gran Europa le viene grande
01 oct 2025 . Actualizado a las 23:21 h.Mucho Dortmund para este Athletic, que tuvo su momento en la segunda parte pero no dominó las áreas. Demasiado muro amarillo para poder ser escalado por unos 'leones' a los que, de momento, les viene grande la gran Europa. Dos partidos, dos derrotas, seis goles en contra y solo uno a favor. Mal panorama para la escuadra de Ernesto Valverde, quien, ya desde la puesta en escena, con mucha rotación, evidenció que no pierde de vista la Liga y el choque del sábado en San Mamés ante el Mallorca. Y es que ya son seis pleitos sin ganar y cinco derrotas consecutivas. Sin necesidad de hacer nada extraordinario, el Borussia demostró estar al menos un escalón por encima del equipo vasco y se impuso en un duelo en el que los vizcaínos crecieron cuando ya lo vieron todo perdido. Igual que en el primer choque ante el Arsenal, el Athletic compitió bien pero evidenció que le faltan fútbol, oficio y colmillo en estas lides.
Había ocurrido más bien poco en el partido cuando el Dortmund le golpeó por primera vez. Una acción que inició el carrilero diestro y culminó Svensson, el lateral zurdo. Demostración inequívoca de cómo ataca este equipo que empató a cuatro frente a la Juve en la primera jornada, sigue invicto y es el único capaz de mantenerle el pulso al Bayern en la Bundesliga. Al Athletic le vinieron de maravilla los cambios, sobre todo la presencia de Ruiz de Galarreta en el centro del campo, pero muy difícil remontar tras marcar Chukwuemeka en el inicio de la segunda mitad. Guruzeta metió a los vascos de llenos en la contienda, pero no llegó el ansiado empate y Guirassy, con gran fortuna, abrochó el triunfo local. El gol de Julian Brandt, demasiado castigo.
Introdujo Valverde cinco cambios respecto al once que perdió ante el Villarreal. Un claro mensaje de que la Champions es un premio, una fiesta para los leones, pero que prima la necesidad del triunfo ante los bermellones. También Niko Kovac rotó en un Dortmund siempre dominante cuando ejerce de local delante de ese muro amarillo imponente en uno de sus fondos.
Le costó a los bilbaínos defenderse desde la posesión de balón porque los germanos presionaban muy bien en los costados y lo recuperaban en cuanto lo perdían. Juega el Borussia con tres centrales corpulentos, sobre todo el Gordo Süle, pero te somete porque adelanta líneas y logra superioridades constantes en el centro del campo con dos carrileros como el noruego Ryerson por derecha y el sueco Svensson por izquierda.
Sin fortuna Ambos participaron en la jugada que descerrajó al Athletic, que había defendido bien hasta entonces, sin necesidad de que Unai Simón tuviese que lucirse más allá de desviar un lanzamiento de Sabitzer. Percutió Ryerson, Lekue no tuvo ayudas para frenar luego al veloz Adeyemi y el pase de la muerte de este lo aprovechó Svensson. Como el Athletic perdía y ni se acercaba a los dominios de Kobel, Valverde modificó el dibujo y pasó del 4-2-3-1 a un 4-4-2 claro, con Iñaki Williams más cerca de Maroan. Pero no hubo forma de generar inquietud hasta el descanso. Triple cambio en ese entreacto, uno por línea. El Txingurri buscó más contundencia y experiencia atrás con Laporte, más balón y control en la sala de máquinas con Ruiz de Galarreta y más colmillo con otro ariete como Guruzeta, si bien sorprendió que el sustituido fuese Iñaki.
Compareció con más ambición el Athletic, pero pronto se vio sorprendido de nuevo por el Dortmund. Larga y precisa combinación de lado a lado y definición de Chukwuemeka junto al poste que defendía Unai Simón. Una pena que justó después otro Unai, Gómez, no llegase cómodo para aprovechar el despeje en corto de Kobel tras disparo a Maroan.
Orgulloso y ya sin nada que defender, se vino arriba el Athletic, sobre todo después de que Guruzeta aprovechase una carambola para acortar distancias. Cambió el partido hasta el punto de que a Kovac le entró el miedo en el cuerpo y tuvo que tirar de varios de sus titulares para sujetar la victoria ante un bravo Athletic que merodeó la igualada pero no encontró premio antes de que el guineano Guirassy, de rebote, sentenciase. El Athletic estuvo cerca, pero no le llegó. Toca seguir remando.