El Básquet Coruña se impuso a los colegiales gracias a una épica reacción que mantiene a los naranjas todavía invictos y líderes de la Primera FEB
14 nov 2025 . Actualizado a las 18:13 h.El Leyma Coruña culminó una épica remontada contra el Estudiantes (87-92) para reafirmarse como líder destacado de la Primera FEB y mantener todavía a cero su casillero de derrotas en esta campaña. Los de Carles Marco, que arrancaron el último cuarto a once puntos, se arrancaron en un recital de juego ofensivo con Paul Jorgensen y Jacobo Díaz como grandes protagonistas a golpe de triples.
Casi dos años después, los naranjas regresaban a Magariños, una pista que solo la entidad coruñesa había conquistado como visitante en la categoría, y lo hacían con todos sus efectivos a disposición. El quinteto, reconocible, con Cuevas, Cremo y Jou por fuera y Radoncic y Thiam en el interior. Con la bulla de la Demencia como telón de fondo, los naranjas arrancaban activos, sobre todo en defensa.
El brillo y energía atrás se complementaron con el acierto que venía faltando. Silverio abrió la veda para el Estu con un triple, pero los dos capitanes naranjas devolvieron la moneda por partida doble y obligaron a Toni Ten a pedir un respiro. En un pispás, Silverio de nuevo, McGrew y Garino ponían un 9-0 para los del Ramiro para mandar en el electrónico. Carles Marco pedía cabeza.
Poco después de que el partido superase su sexto minuto, Brnovic se retiraba cojeando tras una acción en un rebote. Más problemas para un Leyma al que el Estudiantes castigaba desde la línea de tres —sus cinco primeras canastas fueron desde la línea de 6,75—. A los naranjas no les estaban saliendo las cosas frente al aro. Granger, el gran capitán del Estu, lideraba a los suyos con oficio y puntos. Los múltiples viajes al 4,60 de los de Toni Ten sirvieron para que los coruñeses se fuesen al final del primer acto con una cuantiosa desventaja (27-16).
Los naranjas no se podían conformar con el 6 de 22 en tiros de campo que acumulaban hasta el momento. Estaban más finos en defensa de nuevo, pero seguían erráticos en ataque. Todo hasta que Pacheco anotó una buena suspensión y asistió a Radoncic, que machacó el aro.
Sin embargo, el Estudiantes no dejaba al Leyma acercarse en el electrónico. Los de Carles Marco estaban famélicos de puntos, y para ello habría que agotar todas la opciones.
Un viaje exitoso a la línea de libres y una bandeja en transición de Jorgensen minimizaba la renta a cinco puntos. Una buena defensa local y un cúmulo de despropósitos atrás en un minuto final fatídico dejaron al Leyma a 9 puntos (47-38).
Al equipo herculino, con una desventaja todavía manejable, le tocaba multiplicar esfuerzos en defensa y mejorar sus pobres porcentajes en ataque. Mientras, McGrew hacía sangre desde el tiro libre, Thiam marraba un mate y Granger castigaba con una bandeja para que el Estu se pusiese once arriba.
Un triplazo de Jorgensen insuflaba aire en los pulmones del Leyma, y Diop con un 3 de 4 en tiros libres devolvía las esperanzas a la parroquia naranja. Duró poco. En una calco del final del segundo cuarto, un triple de Sasu Salin, inédito hasta entonces, y un 2+1 de Vaulet llevaron de nuevo la desventaja de los coruñeses al doble dígito. Una técnica a Macachi y otra a Carles Marco condenaron a los naranjas a remar a contracorriente de cara al último cuarto (66-55).
Renacer naranja
El Leyma, entonces, se aferraba casi a un milagro. Como el que intentó propiciar Jou, autor de un 3+1 excelso que precedió un triple de Jorgensen. Ya solo eran tres puntos de desventaja a falta de siete minutos. A falta de cinco, el Leyma ya estaba por encima merced a un triplazo de Jacobo.
Tras soportar una tempestad, el partido estaba donde los naranjas querían; el Estu, obligado a bailar el son del run and gun herculino. Díaz y Jorgensen se enchufaban desde el arco y Garino maquillaba el electrónico para los suyos. Por delante, tres minutos de infarto.
Jorgensen contribuyó a su partidazo con otro zarpazo desde el 6,75 y el Estudiantes respondía con un 2+1 de manual. El Leyma estiraba entonces los ataques, consciente de la importancia de no cometer errores y morir en la orilla tras la arrolladora remontada. Granger lo empató a 87, pero Díaz tenía otra idea.
Fue, paradójicamente, un canterano del equipo del Ramiro el que puso la puntilla a un triunfo de los que hacen afición. Garino tuvo la última pero la defensa naranja no falló. El Leyma sigue líder e invicto.