
Lautaro decidió con su gol un derbi ajustado pero condicionado por el partido de ida
16 may 2023 . Actualizado a las 23:51 h.El Inter no dio opción a su gran rival ciudadano, el Milan, y desafió la tradicional hegemonía rossonera en Europa para alcanzar su sexta final de la Liga de Campeones. La igualdad y el tacticismo que se esperaban en la eliminatoria entre los dos gigantes de Milán y que no tuvo el duelo de ida aparecieron en la vuelta. El conjunto interista, que defendía su preciada renta de dos goles en un Giuseppe Meazza esta vez favorable, supo controlar un duelo en el que al Milan le faltó pólvora para desafiar el guion establecido desde el vendaval nerazzurro en el inicio del primer asalto.
Confiado con su solvente ventaja y en una dinámica muy superior a la del Milan, el Inter llevó el peso de partida, aunque fue Theo Hernández desde la distancia el primero en intentarlo. Avivado por la ocasión y el retorno del peligroso Leão, el conjunto rossonero se activó en busca de una remontada improbable. Brahim remató muy blando con la derecha cuando tenía todo a favor pero en general al equipo de Pioli le faltó la clarividencia que Tonali está destinado a darle en la medular.
Especulaba demasiado el Inter con el resultado, confiado en su pegada arriba, hasta que Barella y Çalhanoglu, los ocupantes de la sala de máquinas nerazzurra decidieron tomar los mandos. El transalpino y el turco no tienen réplica en este Milan a la hora de controlar el partido, por lo que Simone Inzhagi entendió que con dos goles de ventaja la llave de la final pasaba por dominar el partido desde el centro del campo.
Alternativas
Pese a la situación, aparentemente bajo el control total del Inter, Leão demostró que guarda la capacidad de generar desde la nada con una arrancada que concluyó con disparo rozando el poste izquierdo del marco defendido por Onana. En el hogar común respondió el equipo esta vez local con un cabezazo de Dzeko abortado por Maignan y un zurdazo desviado de Lautaro.
A pesar de las alternativas, el duelo se fue a la pausa sin goles y dio paso en la reanudación a una versión anodina. El Inter supo bajar las revoluciones al partido y al Milan le faltaron recursos para rebelarse ante un cruel destino que marcó definitivamente el gol de Lautaro Martínez, el más diferencial de todos sobre el campo. El argentino selló con ese tanto el pasaporte del Inter hacia la final de Estambul.
Será la sexta del conjunto nerazzurro en la vieja Copa de Europa, esa que levantó tres veces y que sueña con conquistar de nuevo a orillas del Bósforo. Enfrente tendrán a un gigante del fútbol mundial, el vencedor de la otra eliminatoria en la que esta noche se enfrentan, en el Etihad Stadium, el Manchester City y el Real Madrid.