17 dic 2005 . Actualizado a las 06:00 h.
Los jugadores del Portadeza se despidieron hasta el próximo año de su afición con una pancarta de agradecimiento cuyo destinatario principal era el Concello. «Gracias afección por aguantar neste pésimo pavillón» era el mensaje de la plantilla rojinegra. Su manera de denunciar el cansancio por tener que entrenarse y jugar en unas instalaciones obsoletas que, a falta de un hipotético y lejano nuevo pabellón, deben ser reformadas y modernizadas en la medida de lo posible por el departamento de Ramiro Ruibal. El equipo del edil, el BasketDeza de Segunda Zonal, jugó acto seguido en el mismo escenario.