Fiesta en el río en A Estrada y Fartura en Río, en Rodeiro

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

MARCOS MÍGUEZ

La playa fluvial de Liñares fue escenario de una feria canina

23 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Un sol radiante y altas temperaturas, qué más se puede pedir para una fiesta al aire libre. En A Estrada la playa fluvial de Liñares fue escenario, un año más, de la Festa do Socio de la Sociedade Río Ulla. Una celebración que este año contó con un atractivo añadido: una feria de perros de caza que reunió a unos 400 ejemplares llegados de toda Galicia.

El presidente de la sociedad estradense, Miguel de la Calle, expresaba ayer su agradecimiento a los socios, las familias, los representantes municipales, las instituciones y una larga lista de colectivos que se volcaron con la fiesta e hicieron posible que fuese un éxito de participación.

La organización quiere repetir y ampliar la feria canina el año que viene que exhibió a perros de diferentes razas. Los asistentes pudieron ver perros de caza entrenados para seguir el rastro de jabalí, perros de montería, de presa, de caza de conejo, de pluma. Miguel de la Calle destacó especialmente la implicación de los concejales en una fiesta en la que hubo representación de los tres grupos políticos, de las distintas peñas de rastreo de jabalí, de numerosos colectivos y de las instituciones que como el Concello, la Diputación y muchas empresas hicieron posible la entrega de premios del concurso de perros celebrado ayer. El presidente destacó también la presencia de su antecesor en el cargo, de numerosas familias de socios y la gran labor desarrollada por el equipo organizador y subrayó la asistencia del presidente de la Federación de Caza de Pontevedra y la de los que desinteresadamente hicieron posible con su asistencia y su trabajo la feria canina y la comida de confraternidad.

Los integrantes de la agrupación Regato de Matamulleres animaron la jornada y los niños pudieron participar en un concurso de pesca en una piscina.

Baños en la fuente

Y si en A Estrada la fiesta fue a pie de agua, en la parroquia de Río, en el municipio de Rodeiro tampoco faltó el líquido elemento. Y es que para combatir el calor después de la comida y en medio de la algarabía del festejo algunos empezaron a meter a otros a remojo en la fuente y pasado un rato la cosa se animó y fueron muchos los que acabaron pasados por agua.

En Río se celebraba la Festa da Fartura, organizada por la asociación de vecinos. Una celebración en la que, como su nombre indica, no faltó la comida.

Cerca de las siete de la tarde la organización continuaba con el zafarrancho y sonaba la música. El menú se mantiene en cada edición, aunque en los últimos años fue acortado un poco, aún no consiguió perder del todo el apelativo de pantagruélico.

Para abrir boca un vermú con una degustación en la que no faltó la sangría, y ya metidos en harina: empanada, pollo a la brasa, conejo y cerdo al espeto, a hartar, sin olvidar la sangría, el vino, el requesón con miel y demás complementos de una comida de la que dieron buena cuenta unos 350 comensales. Una cifra que dejó un poco por debajo las previsiones de la organización que tenían preparado el sitio para un máximo de 400 asistentes.

Por la mañana la zona del mercado se llenó con los olores de los asados. Alrededor del fuego lucían unos catorce cerdos que se doraban lentamente. A ellos se añadieron unos ochenta pollos y otros tantos conejos hechos a la brasa. Paralelamente se celebró una nueva edición de la Feria Sustentable que contó con puestos de aves y de venta de artesanía de piedra, paja o madera y de productos como los licores y rosquillas de Achakán, de Rodeiro y las galletas Mariñeiras, entre otros. La música la pusieron Os Varacuncas y un hombre orquesta y por la mañana el grupo de teatro Os Kambariteiros ponía en escena la obra de Xosé Lois García A feira do 5 cuya acción se desarrollaba en una feria.