El año que llegamos a Júpiter y nacía el euro sonaba El Carbonero en Piloño

P. V. LALÍN / LA VOZ

DEZA

El concierto de Castro Urdiales, el mayor reto de la Polifónica de Piloño.
El concierto de Castro Urdiales, el mayor reto de la Polifónica de Piloño.

La Coral Polifónica de Piloño festeja hoy una andadura que suma cuatro lustros

19 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras a nivel galáctico la sonda Galileo entraba en la atmósfera de Júpiter en diciembre de 1995 y a nivel europeo los gobiernos aprobaban el euro como moneda única, en la iglesia cruceña de Piloño, el 25 de ese mes el orfeón Nosa Señora de Hoy-Vas cantaba el tema popular andaluz El Carbonero.

Era la puesta en escena, la primera canción de un grupo de 33 voces en el primer año que había tenido su primer ensayo el 15 de septiembre y le aguardaba un devenir de cuatro lustros que festejan hoy en el CEIP de Piloño.

«Íbamos moi concentrados. Despois fixemos o que pudemos», testimonian de aquella primera interpretación que daría paso a once conciertos en Piloño, dos en al iglesia y once en el colegio, y a más de cincuenta fuera de la parroquia base de la coral con rutas por Galicia, Asturias Cantabria y Portugal.

Es revolución sociocultural. Movió (y mueve) unas ochenta personas, alguna con nombres sobresalientes como Paco Lareo o la actual presidenta e la Fundación A Solaina, Carmen Lareo, cuyos quehaceres solo les permitieron ser del coro un par de años a finales de los noventa. Es agitación sociocultural también porque en el primer coro constituido bajo presidencia de Estrella Salgueiro y con un primer secretario, Jesús Hermida, ya fallecido, todos eran de Piloño.

El resurgir

Llegó una gran crisis y sin tiempo apenas a silenciar las voces arrancó una segunda etapa con solo ocho voces femeninas y el orfeón tomó otros impulsos que pasaron por nueve mujeres y dos hombres en el 2001 y siempre con el mismo director, Enrique Viz, que sigue y que cuando todo empezó quería ser cantante pero era «o que máis música sabía de todos» y cogió la batuta, según había declarado cuando el orfeón cumplía quince años.

Y siguió el movimiento social, el resurgir de la polifónica. Dieciocho voces en el 2006 y ya siempre sobre las treinta desde la amplia incorporación de cantores en el 2010. Con estabilidad en la plantilla llegó en el 2014 el cambio de denominación, y dar dimensión a la parroquia. El viejo orfeón adquiere dimensión polifónica con apellido «de Piloño».

Es referencia de base porque lo mas revolucionario fue la expansión geográfica: su treintena de componentes se dispersa por Piloño, sobre todo, y por Cruces, Merza, Fontao, Brandomés, Camanzo, Lamela, Piñeiro, y algún refuerzo temporal de Santiago.

Y qué tendrá la coral que se deja querer; que tendrán las polifónicas que no tienen edad, que no tienen distancia, ni kilómetros, ni cansancio. La Polifónica de Piloño ensaya las noches de los viernes y sábados de diez a doce. Es sacrificado ser voz de coral pero la convivencia, el trabajo, el escenario y el aplauso redimen del cansancio y son el salario al mismo tiempo de estas vocaciones. Y así ocurre que cuando prende la llama polifónica, dispersa la edad y la coral de Piloño censa por la base a Belén con 17 años y por madurez a Isabel con 83, extremos del gran abanico vocal.

Y son los escenarios el éxtasis. Cantando en O galo, una misa, habaneras en A Carixa o con el reto máximo vivido recientemente en Castro Urdiales, en la majestuosa iglesia de Santa María, ofreciendo en solitario 15 temas. Y todo eso deja poso. Mantienen contacto con más de cien corales y con muchas, intercambios.

Y cada cierto tiempo toca mirar atrás y sentirse jóvenes veteranos cantores. Y uno de esos días es hoy. Se acompaña de otras corales amigas, también historias de revolución cultural popular: San Pedro de Cumeiro, Banda de Gaitas de Piloño y San Salvador de Camanzo. Será en el CEIP de Piloño a las 20.00 horas. Lo justifican con lo de los veinte años, que no son nada.

Y, mirando de reojo volverá a sonar El Carbonero y como es polifónica viva habrá otro estreno de cierre: Paloma mensajera. Todo hoy, cuando ya Júpiter está ahí al lado y el euro casi hizo olvidar a la peseta.

Efeméride Concierto esta tarde con las otras polifónicas de Cruces