El partido firmado por el Balonmán Lalín ante el Ingenio dejó buenas sensaciones pese a la derrota. El entrenador rojinegro, Pablo Cacheda, se mostraba ayer muy orgulloso del trabajo de sus jugadores y reconocía que faltó «unha pizca de sorte» para haber decantado el resultado a su favor. Sumó además las bajas de Tomás, Roberto Álvarez y Adrián Ferradás que pudo haberles permitido estar más cerca del rival.
Reconoció además Cacheda que su equipo baja nivel con las rotaciones, pero tiene máxima confianza en que los jugadores sigan adaptándose a los nuevos roles y el ritmo de la Primera Nacional. «Houbo garra, presión e o equipo mostrou as armas que identifican ao Lalín», dijo. Está convencido también de que hay margen de mejora.
El técnico elogió el nivel físico y de juego del Ingenio, con dos pesos pesados que llevaron el partido y complicaron las opciones de su equipo. También estuvieron mejor en portería, influyendo en el resultado. La lesión de Roberto Álvarez parece menos grave de lo esperado, con inflamación en un tendón.