El vaso profanado por las milicias del Daesh se presentará en la iglesia con una charla sobre la persecución a los cristianos
05 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Las iglesias cristianas en Oriente Medio se convirtieron en un objetivo de destrucción por parte del Estado Islámico, que profanó sus templos y reliquias. Una de ellas, la más famosa, es el cáliz de Qaraqosh, nombre que le da la ciudad de Irak donde se encontraba en el 2014. Fue entonces cuando las milicias del Daesh empleaban este vaso para practicar su puntería con las armas. Destrozado por las balas, el cáliz fue recuperado por un joven sacerdote iraquí, Salar Kajo, quien lo consagró de nuevo para convertirlo en símbolo de la persecución a los cristianos.
Este cáliz, después de un peregrinaje por toda Europa y ser venerado en varias ciudades de España, llegará este martes a Lalín, presentado a vecinos y feligreses en la iglesia parroquial a partir de las 19.00 horas. Para contar su historia y la de los cristianos perseguidos tanto en Oriente Medio como en otros rincones del mundo el responsable de Ayuda a la Iglesia Necesitada, Carlos Tortosa, impartirá una charla que continuará con una misa a las 20.00 horas.
Preparado para la misa
El párroco de Lalín Marcos Torres explica que el cáliz pasará por Lalín antes de acudir a Ourense y que se celebrará la misa con él. «O sacerdote que o acolleu limpouno e preparouno para dar misa», detalla. Una reliquia con la que llama a la conciencia y recuerda la importancia de «apoiar a aqueles que se enfrontan á persecución pola súa fe».
Torres comenta que la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha sido la encargada de emprender esta «peregrinación» por España para representar «a búsqueda da paz e a unidade entre pobos e relixións». «Esta iniciativa busca non so lembrar a realidade actual das persecucións aos cristiáns, senón tamén a fomentar a unidade e a solidariedade entre as persoas», añade.
Acoso a la cristiandad
Qaraqosh es el pueblo más grande de mayoría cristiana en Irak, siendo por ello el blanco principal de los terroristas del Estado Islámico durante la guerra del 2014. Unos 120.000 cristianos fueron obligados a huir en cuestión de horas por miedo a las represalias.
Precisamente esta fundación encargada de transportar este cáliz se encargó de apoyar a estas comunidades con alojamiento, alimentos y bienes de primera necesidad.