Este año se quemó un 85 % menos de monte en la zona que en el 2022

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN, A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

miguel souto

En 35 fuegos, con solo 10 considerados incendio forestal, ardieron 69 hectáreas

08 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña de incendios forestales de la temporada alta se cerró el pasado 31 de octubre y desde el 1 de enero hasta ahora, la Consellería de Medio Rural cifra en 35 los fuegos registrados en el territorio del distrito XVI que abarca las comarcas de Deza y Tabeirós-Terra de Montes. De estos, solo una decena tuvieron la envergadura suficiente como para entrar en la categoría de incendios forestales. En total ardieron en la zona 69,11 hectáreas de monte en lo que va de año, que supone un 85 % menos que en el fatídico 2022.

Una cifra por tanto pequeña si la comparamos con la del 2022 en el que el fuego calcinó en las dos comarcas un total de 508 hectáreas de monte, 208,93 de las cuales fueron zonas forestales arboladas y las 299,39 restantes superficie rasa. Fue uno de los ejercicios de mayor incidencia incendiaria en la zona. Desde el 2016 hasta este año solo fue superado por los datos del 2017 en el que ardieron 963 hectáreas de monte en las dos comarcas, 298,24 hectáreas de monte arbolado y 664,76 hectáreas de superficie rasa.

Con 69 hectáreas de monte quemado, de momento este es la campaña con menos superficie quemada de los últimos años. Desde el 2016 todos los registros de la Consellería de Medio Rural son muy superiores con 172, 21 hectáreas quemadas en el 2016, 154, 88 en el 2018 y 262,24 en el 2019. El 2020 influyó la pandemia y el confinamiento que conllevó. Unas circunstancias que ayudaron a que hubiera menos actividad y se tradujera en un menor número de incendios. Pese a todo, ese año ardieron en las dos comarcas 116,85 hectáreas, mientras que en el 2021, aún en pandemia la cifra se elevó a 211,82 pasando a esas 508,32 hectáreas calcinadas del 2022.

En lo que va de año uno de los fuegos forestales más importantes se produjo en la parroquia de Ventosa, en el municipio de Agolada, donde ardieron 30 hectáreas de monte, 20 de ellas de arbolado. Fue el primero de relevancia de este año y se produjo en los últimos días de marzo. Aunque este año no se produjeron situaciones de riesgo, en el 2022 el peor momento se vivió en el mes de agosto en Lalín cuando los vecinos de Bustelo, Samprizón y Ermida se vieron obligados a dejar sus casas ante el avance de las llamas de un incendio forestal que se iniciara en el vecino municipio ourensano de O Irixo.

Cada año el fuego se ceba también con las masas forestales. El pasado año ardieron 208,93 hectáreas que junto con las 298,24 hectáreas que se quemaron en el 2017 constituyen las cifras más altas que registró la Xunta en las comarcas desde el 2016.

El ejercicio en que menos monte arbolado ardió en Deza y Tabeirós-Terra de Montes fue en el 2020, en el que se contabilizaron 16,35 hectáreas quemadas. En el 2016 se perdieron 46,26 hectáreas. 37,74 en el 2018 y 36,51 en el 2019, mientras que en el 2021 se alcanzaron 43,73.

Este año a la lista de convenios que la Xunta ofrece a los concellos y en los que se incluyen los de uso de las motobombas, suscritos por cinco municipios de la zona: los de A Estrada, Lalín, Forcarei, Agolada y Dozón, se sumó como novedad la posibilidad de encargarse de la inspección del estado de gestión de biomasa en las parcelas incluidas en la red de franjas secundarias y que firmaron todos los concellos de la zona excepto el de Vila de Cruces.

En cambio, el convenio de desbroces fue suscrito por cinco concellos de Deza, (todos menos Dozón), además de los de A Estrada y Forcarei.

Solo tres concellos contaron con brigadas municipales

Este año la celebración de los comicios electorales municipales ayudó a retrasar el inicio de las brigadas forestales municipales en las comarcas. De hecho la temporada alta de incendios arrancaba en julio sin las brigadas operativas. Pese a que pesaron los procesos electorales el retraso en la puesta en marcha de las brigadas no es nada nuevo. Sin ir más lejos, en el 2022 no empezaron a estar operativas hasta el mes de agosto.

Eso supone, como también pasó este año, que su labor se prolongase hasta bien entrado el otoño, una época casi siempre de buen tiempo en el que suelen proliferar los fuegos forestales. Aunque esta vez, afortunadamente, no fue el caso.

Este año se repitieron los convenios habituales en los diferentes concellos. Solo hubo brigadas municipales en Lalín, A Estrada y Forcarei.