La asociación dezana Recycling, que ha enviado centenares de bicis a África, hizo una donación a Cáritas en tierras lucenses
05 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Dieciocho familias de Lugo serán un poco más felices este día de Reyes gracias a la solidaridad de Recycling, una asociación sin ánimo de lucro que José Luis Pereira, guardia civil en la ciudad amurallada, y su mujer pusieron en marcha en Lalín allá por el año 2018. Un buen día, mientras trasteaban por casa, se dieron cuenta de que las bicicletas que se habían quedado pequeñas a su hijo no tenían una segunda vida. «Mentres que había bancos de xoguetes ou de roupa, nin na comarca do Deza nin en Lugo había un de bicicletas ao que se poidesen doar e reparar», recuerda.
La casualidad quiso que en esa época tuviesen conocimiento de una persona que enviaba material donado a Guinea, y así, sin pretenderlo, se dieron los primeros pasos de lo que hoy es Recycling, un colectivo solidario nacido en Deza que en este tiempo ya ha enviado centenares de bicicletas a África. «Para o primeiro envío que fixemos, a miña muller e eu queríamos xuntar 25 bicicletas e, grazas ás redes sociais, en tres dias tiñámolas. Acabamos mandando 130».
Aunque este año tienen previsto desplazarse a Marruecos para hacer en persona una entrega de bicicletas, Recycling tiene ahora la mirada puesta en lo que sucede un poco más cerca. «Démonos conta de que non só en países de África necesitaban esas bicicletas, tamén hai familias próximas que están atravesando dificultades e ás que lles veñen ben. Xa sexa para un adulto como medio de transporte ou para que un neno poida xogar», explica Pereira.
Esa solidaridad de proximidad les ha llevado a colaborar con los servicios sociales de municipios pequeños a través de los que canalizan las donaciones, y también esa mirada más casera es la que permitirá que 18 familias lucenses reciban una bici esta Navidad.
Ayer, a las 17.00 horas, acudieron a la iglesia lucense de A Nova para hacer entrega a Cáritas Parroquial de las 18 bicis que les solicitaron. «Son según a idade de quen a necesita, aínda que sempre nos é moito máis sinxelo conseguir bicis para nenos que para adultos», describe Pereira. El cura lalinense natural de Bendoiro, Daniel Gil González, que está al frente de esa parroquia lucense, se encargó de recibir el material.
Desde hace un tiempo cuentan con puntos de recogida permanente en Lalín, Monterroso, Santiago, O Carballiño y en Lugo, concretamente, en la fábrica de Torre de Núñez. Hasta allí pueden llevar, todos los que lo deseen, sus bicicletas para darles una segunda vida en otras manos. Pero más allá de esos puntos, ha sido el boca a boca el que ha hecho que Recycling haya puesto su granito de arena para hacer la vida un poco más feliz a niños y a mayores. Ahora, además de los ciclos, también recogen ropa y calzado deportivo.