
Una vecina explica que sus tíos de 95 años «no tienen teléfono, ni agua caliente y no pueden apretar un botón en caso de auxilio» en la aldea de Amarelle
20 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Más de diez días después de que el temporal Karlotta dejase un reguero de incidencias a su paso por las comarcas, en algunos lugares estas todavía no han sido resultas. Es el caso de la parroquia estradense de Arca, donde desde entonces varias casas se encuentran sin servicio de internet. Una de ellas está en el lugar de Amarelle, donde viven los tíos nonagenarios de Josefina Ruzo, quien denuncia la pésima situación en la que se encuentran desde hace más de una semana al no poder hacer uso del teléfono, ni del servicio de teleasistencia de Cruz Roja ni tampoco de agua caliente ya que con la tormenta eléctrica se estropeó la caldera.
«Fueron varios rayos que rompieron algunos muros y dejaron árboles partidos por la mitad. Una de esas ramas rompió el cable de internet, que aún está colgado. Mis tíos tienen los botones de la Cruz Roja y al no tener servicio llevan una semana que si pasa algo no tienen como llamarme ni nada», explica.
Josefina cuenta que nada más conocer la situación llamó a A Estrada Dixital, con quien tiene contratado internet, sin embargo le explicaron que la línea afectada es responsabilidad de Movistar. «Me dijeron que como no estamos con ellos somos los últimos y tenemos que esperar a que solucionen lo anterior. Los que tienen contratado Movistar ya tienen internet en sus casas», asegura. Con todo, su caso no es único y afirma que otros vecinos están sufriendo el mismo problema, incluso en otras aldeas aledañas.
Para tratar de obtener una solución acudió al ayuntamiento, donde atendieron su petición y aseguraron que se pondrían en contacto con Movistar para que pusieran en marcha el servicio lo antes posible.
«No se puede vivir así»
El caso es especialmente grave al tratarse de personas dependientes. Josefina detalla que otro importante contratiempo es el de la caldera, lamentando que los técnicos del seguro todavía no han acudido a subsanar el problema. «Llamé al seguro pero el servicio técnico ni aparece. Al darme cuenta de lo que pasaba me vine con ellos y tengo que subir a las habitaciones con una tina de agua caliente», añade.
«No tienen teléfono, ni agua caliente y no pueden apretar un botón en caso de auxilio», denuncia Josefina, quien espera que se ponga fin de una vez a un modo de vida que califica de «primitivo». En este sentido, lamenta que se tenga al rural «tan abandonado», recordando que no es la primera vez que en la zona han sufrido un corte de suministro que se alarga varios días. Un panorama que dificulta la llegada de gente joven para instalarse en las aldeas del rural estradense. «Aunque no fueran personas mayores no se puede vivir así», insiste.
Rural abandonado
Me gusta esta aldea, es una preciosidad, pero está abandonada. En esta zona quedaron muchas casas vacías que se fueron alquilando a gente joven, incluso ya nacieron bebés y todo. Poco a poco se va repoblando pero tenemos que ofrecer comodidades, sino no vendrá la juventud para aquí», afirma Josefina.