
Manuel Cuíña, ex alcalde de Silleda, se sentía ayer «moi feliz e moi agradecido» a los vecinos de Silleda que ayer le demostraron su cariño con una comida de homenaje. Una fiesta que se prolongó hasta cerca de las nueve de la noche y en la que le entregaron una placa conmemorativa.
Cuíña explicaba que la celebración «foi unha sorpresa porque me enterei cando empecei a ver por aí os carteis». Comenta que a lo largo de estos días especialmente el jueves y la mañana de ayer recibió multitud de llamadas de personas que le manifestaban que al ser un viernes por razones de trabajo les era imposible asistir pero le trasladaban su afecto.
El ágape, al que asistieron unas doscientas personas, se celebró en una carpa instalada en A Bandeira. Los promotores de la iniciativa eligieron un viernes porque era precisamente, al parecer, ese día de la semana en la que el regidor solía quedar con un grupo de amigos.
Al ser una jornada laborable, eso hizo que hubiera, como apuntaba el ex regidor, muchos vecinos que no pudiesen participar. Cuíña expresaba su agradecimiento a todos los vecinos por las muestras de cariño recibidas y por la organización de esta celebración que vivió con mucha alegría y acompañado de los suyos, de sus vecinos y de sus amigos. La sobremesa fue larga extendiéndose a lo largo de toda la tarde en el interior de una carpa con calefacción que evitó el frío de la jornada y estuvo animada por el dúo Punto Zero.