Andrea González, de A Estrada: «Me gustaría recuperar a la gente joven en el teatro»

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Cedida

Junto con Andrea Maseda puso en marcha la cooperativa cultural Vórtice y la compañía Bengala Teatro Físico

20 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Andrea González García (A Estrada, 1995), coordinadora del aula de teatro y del Festival de Teatro Universitario de la USC en Lugo, se acaba de embarcar en nuevos proyectos. Uno de ellos es la creación de una cooperativa cultural en la que se integra la compañía Bengala Teatro.

—¿Cómo surgió la cooperativa?

—La creamos Andrea Maseda y yo en febrero. Se llama Vórtice y dentro de ella aspiramos a impartir talleres desde el arte reflexionando sobre distintos problemas de la sociedad en institutos, centros de menores, cárceles... Dentro de esta cooperativa esá la compañía Bengala Teatro Físico con la que estrenamos en el Auditorio Fuxan os Ventos de Lugo el 16 de febrero. Ahora estamos con la obra En carne viva y buscando funciones de cara a septiembre en adelante.

—¿Algún proyecto en cartera?

—En estos momentos estamos en pleno proceso creativo.

—Cuánta gente forma parte de la compañía?

—Somos cinco chicas y yo como directora. Las actrices son Anna Aycoberry, Estela del Río, Estrella Tomé, Alexia Villar y Andrea Maseda. Los rangos de edad van de 22 a 34 años, más o menos. Es un colectivo bastante multidisciplinar. Tenemos una chica que es bailarina y canta ópera, actrices, bailarinas, una que también es violinista...

—¿Dónde son los ensayos?

—Ensayamos en el centro cívico de Fingoi.

—¿Cómo está en estos momentos la situación del teatro? ¿Es difícil hacerse un hueco en las programaciones?

—Es muy difícil empezar. Ya es un mundo complicado y que confíen en ti al principio es complejo porque nosotras somos un equipo grande. Normalmente las compañías empiezan con dos personas, a veces una actúa y la otra dirige, y nosotras estamos apostando por un equipo grande, lo cual es arriesgado pero es el tipo de teatro que queremos hacer. Creamos mucho desde las imágenes, los colores y necesitamos un equipo que sostenga eso. Al final no se podría hacer con solo dos personas.

—¿Qué tipo de obras queréis hacer?

—Yo intento pensar qué problemas hay en la sociedad emergentes que sean de difícil solución o sea difícil posicionarse, que sean más ambiguos, que tengan más oscuridades y a partir de ahí, empezamos la investigación. Nos hacemos siempre la pregunta de ¿porqué se necesita esta obra ahora?. Me gusta también mezclar obras de teatro clásico con historias más contemporáneas.

—¿A qué tipo de público van dirigidas?

—Intentamos enfocar nuestro teatro a la gente joven. Hay un rango de los 16 a los 35 en el que no van al teatro. Me gustaría recuperar un poco a la gente joven en el teatro y elegimos temas que les puedan interesar y les afecten directamente. Todas las obras tienen una perspectiva feminista y de género.

Montajes dinámicos y muy audiovisuales

Los montajes de las obras, explica, «son muy dinámicos, no pasan de 50 minutos, son muy visuales, jugamos con el audiovisual, con formas y colores. Hay mucho movimiento y eso también hace que se adapte un poco al ojo de la gente joven de hoy en día, que está acostumbrada a mil estímulos».

En estos momentos, cuenta Andrea González, o An, como ha empezado a llamarse para evitar la duplicidad de dos Andreas, «estamos haciendo el diseño de los talleres, nos gustaría que se saliesen un poco del formato para en mayo ir a presentar las propuestas a los centros para el curso que viene». Una de las ideas es «la obra de En carne viva, que va de disforia de género, frustración... contar con alguna persona experta y realizar algún intercambio de saberes con el profesorado, el alumnado y generar una serie de actividades en torno a los temas, al espectáculo para que luego los profesores puedan trabajar por su cuenta. Y realizar un entrenamiento de teatro que está muy bien en los institutos porque les ayuda a abrirse, a hablar de sus emociones». «Andrea Maseda hace edición de vídeo y grabaríamos todo para que el material quedase en el centro y acabaríamos con ver la obra y un coloquio», añade. A estas iniciativas se suma otro proyecto de una obra sobre los centros de menores y el sistema judicial.