Con una simple llamada de teléfono, los consumidores gallegos podrán recibir en su casa las ovejas y cabras criadas por alguno de los ganaderos de la Asociación de Criadores de ovino y caprino de Galicia (Ovica). Porque estos han decidido dar un paso más y poner en marcha un sistema que les permita hacer llegar la carne de estos animales directamente a los clientes. Los pedidos, advierten, tardan un mínimo de diez días en llegar a destino. Pero seguro que la espera merece la pena.
El germen de este proyecto está en la creación de la cooperativa Velaro. «La creamos para dar salida a tres problemas: la compra en grupo de material, la tramitación de las ayudas, como las del lobo o la PAC, y la comercialización», explica María Jesús Crespo, ganadera y presidenta de Ovica. En colaboración con la Fundación Juana de Vega, esta cooperativa diseñó un ambicioso programa para poder comercializar sus productos, «pero no había fondos para sacarlo adelante», reconoce Crespo. Fue entonces cuando decidieron «darle una vuelta y hacerlo sin fondos, usando los recursos que teníamos», cuenta.
Contar con el matadero móvil, que puso en marcha hace más de un año la Consellería do Medio Rural, les fue de gran ayuda. Explica que todos los socios de la cooperativa se han implicado al 100 %. «Yo, por ejemplo, cojo el teléfono y atiendo los pedidos», cuenta. Y es ella la que explica cómo funciona todo el sistema a quien llama con preguntas. «Les decimos que los animales pesan entre diez y doce kilos y que, dependiendo de cómo lo vayan a cocinar, le recomendamos unos u otros», cuenta. . Los interesados pueden hacer sus pedidos a través del correo cooperativa@gmail.com o en los teléfonos 676 157 475 y 659 029 181.