
La alcaldesa socialista intensificó su actividad municipal en estos días mientras PP y edil no adscrito optaron por un perfil bajo tras su decisión
31 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En Forcarei estarán centradas hoy todas las miradas políticas al debatirse la primera moción de censura en Galicia tras la sentencia del Tribunal Constitucional que deja en agua de borrajas el pacto antitransfuguismo firmado en el lejano 1998 por distintos grupos políticos. Y será la primera, en este caso si hablamos de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, en casi dieciséis años tras la presentada en Silleda. En ambos partieron de ediles del PP junto a no adscritos, aunque en el caso silledense por el ciado pacto los cinco concejales populares fueron tránsfugas, al igual que la socialista Ofelia Rey, que desbancó en ese 2009 a su excompañera de partido y actual regidora silledense, Paula Fernández, del cargo hasta los siguientes comicios locales.
En esta ocasión los concejales populares de Forcarei no tuvieron que dejar su partido para, apoyados por un exedil socialista y ahora no adscrito, presentar una moción de censura que se debatirá hoy en el pleno convocado al mediodía. Una sesión que ha despertado mucha expectación en la política gallega y que seguro movilizará a dirigentes de los distintos partidos para arropar a los suyos. Pero al margen de discrepancias y acusaciones mutuas, que no faltarán, máxime cuando hay otras dos mociones de censura en marcha en Galicia, la realidad es que Verónica Pichel dejará el cargo asumido por primera vez hace seis años.
La regidora socialista optó, tras conocerse hace quince días la moción de censura registrada en el consistorio y que supondrá el regreso de Belén Cachafeiro al salón presidencial de plenos, por una línea ambivalente. Prefirió en los primeros días el silencio para dar protagonismo a sus líderes, tanto Carmela Silva como David Regades, para poner en solfa la decisión de PP con el apoyo de Rafael Fiestras. Después giraba para, eso sí, sin una comparecencia pública y a través de un vídeo, ofrecer su versión de lo ocurrido y defender su gestión.
Acuerdos y visitas de Pichel
Y precisamente la gestión en estos últimos días también floreció como pocas veces en los últimos años. De forma sistemática se conocían varios acuerdos con colectivos para la cesión de locales municipales, como ocurría con la Banda de Gaitas de Forcarei y después con la asociación O Can de San Roque. Se sumaban constantes visitas a obras en marcha o recién concluidas, así como una con tintes críticos al anterior gobierno popular y su orden de cierre de un local hostelero en Portela de Lamas, ahora reabierto, que supuso coste a las arcas municipales en vía judicial. Y además se contrataba justo ahora un proyecto de mejoras en el campo de fútbol. Incluso tuvo tiempo para oficiar su última boda, la de su teniente de alcalde. Su presencia en las redes sociales del Concello creció de forma exponencial.
Por su parte, el PP con Belén Cachafeiro al frente optó por una línea totalmente diferente. Desde el comunicado anunciando la moción de censura no hubo más declaraciones públicas, cediendo la batuta al partido para contrarrestar las críticas de las otras fuerzas políticas. Tampoco profundizó más en su decisión el edil no adscrito, Rafael Fiestras.
Por último, el concejal nacionalista, Roberto Jorge Correa, optó también por el silencio tras sus primeras valoraciones nada más conocida la moción, cuando por cierto dijo que no sabría cuál sería su voto en la sesión de hoy.
El presupuesto municipal, la primera asignatura
El cambio de gobierno local en Forcarei llevará aparejado unos días de ajustes para organizar la delegación de competencias entre los ediles, aunque previsiblemente ya está todo acordado. Pero hay unos plazos a cumplir como la publicación en los boletines oficiales. Pero al margen de ese traspaso de competencias y el inicio del rodaje de los nuevos integrantes del equipo que liderará Belén Cachafeiro, parecen claras sus primeras tareas. En especial la aprobación de un presupuesto municipal para este año. El PSOE gobernó mandato y medio con los del PP del 2019 prorrogados, lo que complica sobremanera la gestión. También clarificar y garantizar el funcionamiento del SAF parece un objetivo inmediato.