
Alejandro Sánchez invita a todos los estradenses a cultivar su autonomía
29 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Alejandro Sánchez Rivera (Caracas, 1988) está dispuesto a darlo todo para que los mayores estradenses alarguen su autonomía todo lo posible. Es graduado en Ciencias de la Actividad Física, tiene dos másters en Gerontología y salud y en Patologías y acumula 17 años de experiencia en gerontología deportiva. El curso pasado fue monitor en las clases rurales de prevención de la dependencia ofertadas por el Concello de A Estrada y, en la nueva temporada, ha logrado la adjudicación para encargarse personalmente de los cursos que se impartirán en el casco urbano y en 43 parroquias del 1 de septiembre al 19 de diciembre.
Para los mayores que estén dudando si apuntarse a clase o no por verse ya demasiado oxidados, su respuesta es contundente: «Nunca es tarde para empezar». «Sentirse débil, tener miedo a caer o caminar con dificultad no son impedimentos para venir, son razones para empezar», afirma rotundamente. «Precisamente a las personas de 80 o 90 años es a las que el ejercicio puede cambiarles más la vida. Pueden pasar de caminar con andador a ir solo con bastón o del bastón a ir sin nada. Tengo alumnas que me han dicho que con el ejercicio han sido capaces de poder volver a lavarse la cabeza sin ayuda o abrocharse el sujetador», comenta.
«El ejercicio físico es vital para mantener la autonomía. La dependencia en gran medida es evitable. A partir de los 50, si no se entrena, se pierde un 1% de masa muscular al año. Es la antesala de la dependencia y es importante atacar por ahí», comenta el especialista.
Alejandro Sánchez explica que, ahora que la esperanza de vida se ha alargado, el reto es mantener la buena salud hasta el final. «Ahora mismo los datos dicen que los últimos diez años no están siendo de buena salud por problemas como la artrosis, la osteoporosis, la hipertensión o la diabetes, junto con el deterioro cognitivo. Muchas de estas cuestiones son evitables en gran medida. Cuidando las articulaciones y fortaleciendo los huesos se pueden prevenir o controlar ciertas patologías sin depender tanto de la medicación y sus efectos secundarios», explica el educador físico.
Beneficios mentales y sociales
Alejandro Sánchez quiere incidir también en los beneficios mentales de la actividad física. «Los talleres de memoria están muy bien y hacer sudokus también, pero venimos con una farmacia de serie que hay que estimular. El ejercicio libera endorfinas, que reducen el dolor y mejoran el estado de ánimo. Al hacerlo también se segrega serotonina, que mejora la motivación y el estado de ánimo. Y dopamina. El ejercicio desencadena una respuesta hormonal que te hace sentir bien. Los alumnos lo definen muy bien cuando se despiden diciéndome que se van a casa cansados pero contentos», explica el monitor.
Por último, además de la parte física y la mental del ejercicio, está la vertiente social. «Sobre todo en la zona rural, hay mucha soledad. Hay mucha gente que vive sola y que no tiene vecinos con los que hablar, así que el componente social de estas actividades es importante y muy motivador. La gente sabe que viene a las clases a trabajar, pero también necesita hablar y contar, liberarse de cargas y romper con la rutina. Los efectos psicológicos son muy importantes», explica el educador.
«No sirve con un paseo o levantar una pesa de un kilo: hay que salir de la zona de confort»
Alejandro Sánchez reconoce que pasear es mejor que nada, pero advierte que no es suficiente para prevenir la dependencia. En sus clases apuesta por un entrenamiento multicomponente con varios pilares.
«Es importante trabajar la fuerza, pero no consiste en poner a los mayores a levantar pesas de un kilito, como se ve muchas veces. Hay que buscar el equilibrio para que salgan de la zona de confort sin llegar al dolor. Es falso que los mayores no puedan cargar peso o que no sea bueno si hay problemas de espalda. No podemos escapar del peso de la vida, así que tenemos que aprender a hacerlo de forma inteligente, cogiendo el peso adecuado con la técnica adecuada», dice Sánchez. «La fuerza previene la pérdida de masa muscular y ayuda a mantener la autonomía, pero también hay que trabajar la potencia, la capacidad de los músculos para generar fuerza con rapidez. A partir de los 40 ya se empieza a perder potencia. Se pierde antes que la fuerza y la masa muscular. Trabajarla requiere ejercicios específicos. Es importante para subir escalones, levantarse rápido...», explica.
Junto a estos dos conceptos hay que aplicarse también en los de equilibrio (para prevenir caídas), flexibilidad o resistencia.
«Muchas veces buscamos la solución a nuestros problemas en una pastilla. Pero todo esto no lo puedes meter en una pastilla. El ejercicio físico es la medicina más potente contra la dependencia y el envejecimiento y la más barata», dice Alejandro Sánchez.