
Es la cuarta vez, desde el 2011, que se lograr producción que bate máximo histórico, en una campaña sin incremento de rendimiento máximo
26 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.No era ningún secreto que Rías Baixas estaba ante una de las mayores cosechas de su historia. Se sabía desde que el consello regulador presentó su informe de cosecha y cifró en 50 millones de kilos de uva la producción que había entonces en el viñedo de esta denominación de origen. Ahora, a solo unos días de dar por concluida la recogida de la uva, la producción asciende a poco más de 47 millones de kilos. Y se cree que no se incrementará mucho más, pues poco queda ya por recoger en las distintas subzonas. A pesar de que todo parece indicar que la cosecha no llegará a los 50 millones de kilos de uva, volverá a ser una de las más abundantes de la historia de Rías Baixas.
Fue en el año 2011 cuando la denominación de origen dio su mayor salto en lo que a cosechas abundantes se refiere. Hasta entonces, las vendimias de mayor cantidad habían sido de treinta y poco millones de kilos. Y entonces aparecieron en esta denominación de origen ni más ni menos que 41 millones de kilos de uva, una cantidad a la que ni siquiera se había acercado nunca. Fue una cosecha de récord, similar a la de este año.
Irregularidad
Los ejercicios siguientes se caracterizaron por su irregularidad, y la denominación Rías Baixas pasó de coger 17 millones de kilos de uva en el 2012, a 33 millones en el 2013 y 24 millones en el 2014. Entre los treinta y los cuarenta millones de kilos de uva se movieron las producciones de esta denominación entre el 2015 y el 2021. Porque fue ese año cuando se registró un nuevo salto y se volvieron a batir todos los récords al vendimia 43,8 millones de kilos de uva, una nueva cifra histórica.
Desde entonces, las añadas de esta denominación de origen ya no han bajado nunca delos 40 millones de kilos de uva, que fueron los que se recogieron en el 2022. Los registros máximos se superaron en el 2023 de nuevo, con 44 millones de kilos de uva. Y en el 2024 la cantidad volvió a descender hasta los 42 millones de kilos de uva. Ahora, todos los récords de la denominación de origen se han batido y la cosecha, de la que solo hay cifras provisionales, supera ya los 47 millones de kilos de uva.
Exceso de rendimiento
Hay que tener en cuenta que esta cosecha podría haber sido todavía más abundante si el pleno del consello regulador hubiera aprobado un aumento de los rendimientos máximos. Porque este año, muchos viticultores produjeron más de los 12.000 kilos por hectárea que permite el reglamento de la denominación. Pero la entidad decidió no aprobar esa medida, que había solicitado la central sindical Unións Agrarias, y parte de la producción ha quedado colgada en los viñedos. «A mí me quedan 4.000 kilos sin recoger», explicaba hace solo unos días una viticultora. «Yo habría ingresado mil euros más si me dejaran meter todo lo que tenía», añadía otra.
La vendimia de este año arrancó en los viñedos de Rías Baixas, con la subzona Ribeira do Ulla que incluye municipios de Deza y Tabeirós, el pasado 20 de agosto y, según el consello regulador, la recogida está a punto de concluir. A lo largo de esta semana cerrarán sus puertas ya las bodegas que todavía siguen vendimiando y, entonces, se podrán conocer las cifras definitivas. Además de por su cantidad, esta cosecha destaca por su calidad según apuntan los técnicos. La uva no solo está perfectamente sana, sino que ha madurado de forma muy equilibrada, lo que augura que esta será una gran añada para esta denominación de origen.
Prescriptores mexicanos se interesan por los vinos de esta denominación
Cinco prescriptores mexicanos recorren esta semana la denominación de origen Rías Baixas en una misión inversa que les está permitiendo descubrir la diversidad de elaboraciones y tipologías de vinos. «Una agradable sorpresa» es cómo califican la experiencia, al comprobar que más allá de los vinos frescos, cítricos y con buena acidez que ya se exportan a México, existen «opciones que tienen que llegar a nuestro país».
Durante su estancia, han asistido en directo a los últimos días de la vendimia 2025, lo que les ha permitido catar vinos en fermentación y conocer de primera mano las previsiones de buena calidad y cantidad de la nueva añada. La visita incluye nueve bodegas además de una presentación y cata de 23 marcas en la sede del consello regulador. También han tenido la oportunidad de conocer el viñedo minifundista y dialogar con enólogos y bodegueros. El balance de la misión, según destacan, es comprobar «la gran diversidad con una misma variedad en una región específica», la «longevidad increíble» de los vinos y las «vinificaciones especiales».
México ocupa el quinto lugar en las exportaciones de Rías Baixas. En 2024, las ventas alcanzaron los 285.156 litros en volumen y los 2.535.000 euros en valor, con incrementos del 7,61% y del 13,87% respectivamente. Por ello, la denominación cuenta con un plan promocional específico en ese país, donde actualmente unas 50 bodegas comercializan sus vinos.
Los prescriptores que participan en esta misión representan diferentes ámbitos de la gastronomía y la cultura vitivinícola de México.