Frío y lluvia para recibir a Sus Majestades de Oriente que dejaron una estela de ilusión
06 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Las Cabalgatas de Reyes arrancaron ayer en la zona con la mirada puesta en el cielo, poco plan B y la confianza de que un poco de agua no iba a ser capaz de chafar una noche de ilusión. Al final, aunque llovió más o menos y a ratos en casi todos los sitios, Sus Majestades pudieron cumplir la tradición y recorrer las calles de Lalín, A Estrada, Silleda, Forcarei y Soutelo de Montes, Vila de Cruces, Agolada y Rodeiro.
En Lalín, con el tren de las Aldeas de Nadal lleno de pequeños arrancó una comitiva, que siguió el recorrido marcado, al ritmo de cielo. Es decir, a la carrera, cuando empezaba a llover, por momentos de forma intensa, y lentamente o incluso con alguna parada bastante larga en diferentes calles para el disfrute de niños y mayores cuando dejaba de caer agua del cielo.
El mal tiempo no impidió que las calles se llenaran de gente en una celebración en la que los paraguas fueron una pieza fundamental y tanto sirvieron como para resguardarse de la lluvia como para, dados la vuelta, convertirse es cestas para recoger caramelos. A las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar se sumó la de Herodes y la animación, entre otros, de Máisquedanza.
En A Estrada, la lluvia obligó a recortar el recorrido a la altura de la Praza da Farola por Pérez Viondi, pero no supuso ningún perjuicio en el desarrollo de la misma y la celebración por parte de la concurrencia. Por segundo año consecutivo a las carrozas reales se sumó la del carbonero que tiraba confeti negro. El Obradoiro de Música Moderna Carlos Barruso y la Banda Municipal de A Estrada abrían una comitiva de la que formaban parte también grupos de animación como los cabezudos y que cerró la Banda de Gaitas de Barbude.
En Silleda, tras el recorrido por las calles y un espectáculo de luces en el consistorio, se celebró la recepción en el pabellón donde Melchor, Gaspar y Baltasar se dieron un baño de multitudes. En A Estrada, la recepción tuvo lugar en el teatro Principal donde los niños pudieron hacerse fotos con Sus Majestades y en Lalín, los Reyes Magos, como no podía ser de otra forma, lo hicieron en su casa: la Aldea dos Reis Magos, ubicada en la plaza de la biblioteca. Un espacio donde se dieron cita un montón de pequeños, algunos pasados por agua. Fue una jornada animada y con mucho público en todos los municipios pese al mal tiempo que no hizo mella en los ánimos.